Foto: Cortesía de Yunio Barrueta
Texto: Raúl del Pino
A casi una semana del memorable acontecimiento, los medios deportivos españoles todavía hablan de la actuación del cubano Yunio Rafael Barrueta el pasado domingo frente al Real Madrid. El jugador nacido en Cienfuegos protagonizó un momento de guión de Hollywood al encestar la canasta decisiva que posibilitó la victoria a su equipo Leyma Coruña nada menos que frente al gigante del baloncesto español y europeo.
La hazaña, que se puede ver desde diversos ángulos en reels, historias y tweets por todo internet, fue más épica si tenemos en cuenta que ese triple para empatar y luego el tiro libre adicional firmaron el primer triunfo del conjunto gallego en la máxima categoría de la nación ibérica, donde precisamente hacía su debut.
Cuando los organizadores de la Liga Endesa diseñaron el calendario de la nueva temporada y fijaron el duelo entre el Leyma y el Real Madrid como plato fuerte de la primera jornada, no tenían idea que ese encuentro iba a tener un desenlace de ese tipo, del cual –al menos en La Coruña– se estará hablando por muchísimos años.
Por supuesto que para conseguir algo así se necesita también de suerte, pero que nadie ponga en tela de juicio que Barrueta es un jugador más que preparado para situaciones de ese tipo. De hecho, sus triples desde todos los ángulos de la cancha se erigieron como un arma fundamental para que el equipo coruñés ganara la LEB Oro el año pasado y lograra el anhelado ascenso a primera división.
El escolta de 31 años recaló en el club herculino en el verano de 2022, proveniente del baloncesto francés. Tras su primera campaña en la que se convirtió en titular indiscutible, se ganó ser uno de los capitanes del plantel, condición que mantiene en el actual curso. En sus dos contiendas previas, promedia 13,8 puntos por partido y un 38% de efectividad desde el perímetro. Asimismo, ha obtenido en varias ocasiones la distinción de jugador del mes del conjunto.
En una entrevista para Cuba Noticias 360, Yunio Rafael contó que nació en Aguada de Pasajeros y se marchó siendo muy pequeño hacia Estados Unidos. “Cuando tenía cinco años mi papá se ganó el sorteo. Fue una felicidad para la familia, era que algo mis padres habían deseado siempre. En Miami él tenía a sus hermanos, bueno, mis tíos, y eso nos ayudó muchísimo por el tema de conseguir alquiler, trabajo… empezar una vida nueva”.
De igual forma, confesó que sus inicios en el deporte no fueron en el baloncesto, sino en otra disciplina también muy popular en el país norteamericano. “Primero jugué fútbol americano, pero mi madre dijo que era muy peligroso, los golpes, la gente chocándose unos a los otros. Entonces me dije, tengo que encontrar otro deporte. Me pusieron en karate y tampoco funcionó. Y allí me introdujeron a baloncesto y resulta que era bueno”, reveló.
El resto es historia, una larga y no siempre feliz historia, pero que condujo a Yunio a convertirse en el protagonista de la primera jornada de la Liga española de baloncesto. Quizás muchos aficionados cubano al deporte ráfaga reparen ahora en su nombre tras lo hecho ante el Real Madrid, pero lo cierto es que la selección antillana de baloncesto desde finales del año pasado ha entrado en contacto con él para convocarlo.
Si las conversaciones marchan bien y el club gallego no pone trabas, es probable que Barrueta finalmente pueda debutar con la escuadra insular en la próxima ventana clasificatoria de la FIBA prevista para el mes de noviembre. De concretarse, se uniría a sus connacionales Yoanki Mencía y Howard Sant-Roos que también juegan en la ACB y ya han representado a la isla anteriormente.