Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
La cifra de cubanos que han sido aprobados por el parole humanitario ya pasa de cien mil, lo cual convierte a esta política en una de las formas legales más utilizadas para llegar a Estados Unidos.
El programa de parole humanitario fue anunciado en los primeros días de enero de 2023 por el presidente Joe Biden, y hasta mayo de este año se han autorizado a 100 mil 500 cubanos a viajar hacia la nación norteña, de acuerdo con datos oficiales.
Según reportes recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en total más de 462 mil personas han llegado legalmente en vuelos a Estados Unidos gracias al beneficio del parole humanitario.
Hasta el momento son elegibles ciudadanos haitianos, nicaragüenses, cubanos y venezolanos, sin importar donde se encuentren residiendo al momento de solicitarse el parole, pero no pueden tener otra nacionalidad.
Se estima que mensualmente han sido otorgadas un máximo de 30 mil visas de este tipo. De ellas, la mitad son seleccionadas respetando el orden de solicitud del parole, y el resto son escogidas al azar, según declaraciones de funcionarios de CBP de Estados Unidos.
De forma general, han sido aprobados menos cubanos que haitianos y venezolanos. En el caso de los haitianos, la cifra casi duplica a la de cubanos, mientras que la cantidad de venezolanos no está muy lejos.
Otra estadística que llama la atención es que de los 100 mil 500 cubanos aprobados hasta mayo, han viajado más de 98 mil, que representa la proporción más elevada entre las nacionalidades mencionadas.
Se estima que tan sólo en mayo hayan llegado a Estados Unidos algo más de siete mil cubanos gracias al parole humanitario.
Como alternativa de viaje legal y seguro, el parole humanitario ofrece una serie de beneficios, que incluye la estancia en Estados Unidos por dos años, y el acceso al social security, permiso de trabajo y demás papeles en apenas semanas.
En el caso de los cubanos se suma la ventaja de la llamada Ley de Ajuste Cubano, que les permite solicitar la residencia en el país pasados un año y un día de su llegada a territorio estadounidense.
