Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Marcello Farinna | Shutterstock
Probablemente en muy pocas ocasiones pueda emplearse mejor aquel axioma que reza “nunca cantes victoria antes de tiempo” que para referirse a lo experimentado hoy por la selección cubana de voleibol. El sueño de París 2024 aparece ahora casi extinto tras un partido para el olvido ante Serbia en la Liga de Naciones, cuyo ganador certificaba en más de tres cuartos el billete a los Juegos Olímpicos.
El equipo bajo el mando de Jesús Cruz acarició la fantasía por más de una hora cuando se impuso de forma contundente en los dos primeros sets del definitorio duelo con marcadores de 25-22 y 25-21, pero los balcánicos sacaron la casta que le faltó a los caribeños y aprovecharon sus notables errores en momentos cruciales para arrollarlos en los tres parciales finales por 16-25, 21-25 y 12-15.
De lo sublime a lo ridículo es otra máxima que bien encaja para calificar el desempeño de los cubanos en el Arena Stožice de la capital eslovena Ljubljana. De entre tantos motivos y momentos puntuales para analizar y achacar el fracaso, un solo dato revela lo suficiente como para entender lo que para muchos resulta inexplicable.
El combinado nacional realizó nada menos que 25 errores en servicio, que representó lo mismo que regalar un set completo, con sus dos bujías en el ataque, los auxiliares Marlon Yanet y Miguel Ángel López, mutando de héroes a villanos, cada uno con la friolera de siete fallos desde la línea de saque. El resto de las pifias se repartieron entre los otros seis atletas que vieron acción en el match.
Por si fuera poco, Serbia sí estuvo efectiva a la hora de poner el balón en los límites contrarios y consiguió nueve ases, por apenas tres de los cubanos. Allí estuvo a grandes rasgos la clave del resultado, toda vez que en el resto de las estadísticas colectivas los antillanos sacaron mejor rédito.
Sin embargo, los números solo sirven para realizar la autopsia del cadáver que resultó del juego de Cuba. Una vez más, el plantel quedó a deber cuando solo estaba a un paso de la tierra prometida. No se trata de hacer leña del árbol caído ni de golpearlos en el suelo, mas una oportunidad como la de hoy, no lo tendrán de nuevo.
Si alguien no deseara mirar el vaso medio vacío, la selección insular al menos perdió la menor cantidad posible de puntos en el ranking, aunque al sucumbir frente a un rival directo la diferencia se multiplicó casi por dos. Así las cosas, la derrota costó 5.05 unidades y dejó a los cubanos con 245.69, pero la ventaja de Serbia (256.60) ahora es de 10.81.
Todo esto a falta de tres partidos para finalizar la tercera y última semana de la etapa clasificatoria de la VNL 2024, tras la cual la Federación Internacional de Voleibol cerrará el escalafón y repartirá las últimas plazas a París. El elenco antillano todavía tiene esperanzas, pero las mismas pasan por una proeza a la que, luego de lo visto este miércoles, ni los más fieles fanáticos se atreverían a apostar.
A Cuba le resta enfrentarse mañana y el domingo, respectivamente, a dos colosos de la talla de Eslovenia y Polonia, ambos en la parte alta tanto de la tabla de posiciones de la VLN como del ranking mundial, además de un rival más asequible como Bulgaria, el viernes. A Serbia, por su parte, también le queda medirse a polacos y eslovenos, en ese orden, el fin de semana, más otro encuentro menos complicado ante Turquía un día antes.
Para borrar los más de 10 puntos en el ranking, el cuadro antillano necesitaría sacar al menos dos éxitos contra los favoritos y que los serbios fracasen en igual cantidad de ocasiones, no obstante hasta final de semana no se sabrá nada con certeza.
Para entender lo complicado y variable de estos escenarios baste decir que si Cuba vence a Eslovenia este jueves, sobrepasaría nuevamente a Serbia en el listado mundial, en espera de sus tres partidos restantes, pero pudiera ser un espejismo, nada más. Habrá siempre que esperar al domingo.
