Foto de referencia: Archivo – CN360
Texto: Hugo León
Un matrimonio acusado por el homicidio premeditado de la joven Yoilén de la Caridad Acosta Torriente en 2023 fue juzgado en estas jornadas y sentenciado con duras penas por su crimen.
Los acusados, identificados como Alnier Chao Navarro y su esposa Yarelquis Aguilar Duarte, recibieron duras condenas por el crimen cometido en Cienfuegos a finales de enero de 2023.
Al hombre se le condenó a privación perpetua de libertad, mientras que a su esposa se le sancionó con 23 años de cárcel.
Los criminales asesinaron a la jovencita el 29 de enero, presuntamente para robarle, de acuerdo con los informes disponibles. Alnier estaba además en libertad condicional cuando cometió el horrendo crimen.
“Tras examinar las pruebas documentales, periciales y la declaración de quince testigos, incluida la madre de la víctima, los jueces condenaron a Alnier Chao Navarro a privación perpetua de libertad, al considerar, además, que perpetró este hecho con premeditación, mientras se hallaba en libertad condicional por un delito anterior de robo con fuerza”, informaron fuentes oficiales.
Entretanto, Yarelquis recibió la sentencia“por su coautoría y participación en los acontecimientos”, agregaron.
El Tribunal decidió adecuar la pena en su caso, al tratarse de una mujer enferma e involucrada por primera vez en la comisión de un delito. No obstante, su parte de la sentencia fue criticada en redes sociales. Para ella muchos internautas pidieron también cadena perpetua, como mínimo.
Pese a los reclamos de la ciudadanía, que pidió incluso pena de muerte para los dos asesinos, la explicación de las sentencias está dada por lo establecido en el Artículo 344, inciso G del Código Penal ciubano, que fija sanción de “privación de libertad de veinte a treinta años, privación perpetua de libertad o muerte, a quien mate otra persona”, plus el agravante de la premeditación.
En el juicio oral y público trascendió que luego de conocer casualmente a la joven e intercambiar números telefónicos el asesino planeó el crimen. Su objetivo era robar a la víctima varias prendas de oro y venderlas.
Es así que citó a la joven víctima y en el lugar le propinó un golpe en la nuca y luego la asfixió. Tras cometer el crimen, la pareja trasladó el cadáver hacia un cañaveral localizado en la carretera de Cruces-Marta Abreu, donde le prendieron fuego al cuerpo para intentar eliminar cualquier prueba
No obstante, fue el rastro de llamadas telefónicas verificadas lo que puso en el foco de la policía a los dos asesinos y apenas un par de días después de cometido el crimen el hombre admitió su responsabilidad.
