Texto: Hugo León
Foto: Miss.Cabut | Shutterstock
Desde que Donald Trump asumiera el poder el 20 de enero último, uno de los temas que ocupa más titulares y que ha suscitado mayores polémicas es la deportación de migrantes, entre ellos cubanos.
A pesar de que los abogados aseguran que solo los nacionales de la Isla con una orden de deportación, o quienes no se han presentado en corte ni han presentado su caso de asilo son los que corren mayores riesgos, lo cierto es que todos aquellos que aún no cuentan con residencia o ciudadanía norteamericana se encuentran recelosos ante las medidas adoptadas o por salir a la luz desde la Casa Blanca.
Esta política de mano dura de Trump hacia los migrantes, aunque dolorosa para muchos que apostaron por realizar su proyecto de vida en “el país de las oportunidades”, ya se veía venir pues, desde que comenzó su carrera por la reelección como presidente de los Estados Unidos, el actual mandatario dejó muy claras sus intenciones y fue para muchos la razón para regalarle su voto.
Sin embargo, poco se habla de la suerte de otros migrantes cubanos que de igual manera corren el riesgo de ser regresados a La Habana y no precisamente por un país “enemigo” del Gobierno de Díaz-Canel, sino por uno de sus principales aliados.
Deportaciones desde Rusia
A partir de hoy 5 de febrero, el Ministerio del Interior de Rusia pondrá en marcha un nuevo registro destinado a identificar a los extranjeros en situación irregular en el país.
El mismo permitirá a empleadores, instituciones educativas y otras entidades verificar el estatus migratorio de los extranjeros antes de contratarlos, inscribir a sus hijos en escuelas, registrar propiedades o contraer matrimonio.
Las autoridades podrán retener a un extranjero en un centro de detención hasta por 48 horas y, si lo ordena un tribunal, por un período más prolongado; mientras que la exclusión del registro solo será posible si la persona abandona el país, regulariza su estatus o si se anula la decisión que motivó su inclusión en la lista.
Según Alexander Gorovoy, primer viceministro del Interior de Rusia, actualmente hay 670 mil migrantes en situación irregular en su nación, más de la mitad de ellos mujeres y menores de edad; quienes tendrán hasta el 30 de abril de 2025 para legalizar su estatus, de lo contrario, deberán abandonar el territorio a partir del 1 de mayo.
“Si verificamos que no han cometido infracciones y cumplen con las regulaciones, podrán regularizarse. En caso contrario, deberán salir de Rusia”, declaró Gorovoy a la emisora Komsomolskaya Pravda.
En agosto de 2024, Vladímir Putin, presidente de Rusia, firmó una ley que estipula las obligaciones que deben cumplir los extranjeros que quieran residir en ese país, así como los mecanismos para su expulsión en caso de violación de la legislación local.
Dicho cuerpo legal estableció un nuevo régimen de deportación para los no residentes legales en la nación euroasiática, ya sea tras concluir el plazo de estancia temporal o la expiración de los documentos migratorios, la anulación del permiso de estancia temporal, de residencia, o tras cometer un delito.
Duras restricciones para extranjeros en Rusia
La ley incluye una serie de medidas para los ciudadanos extranjeros, entre ellas, una reducción de movilidad, la prohibición de cambio de lugar de residencia sin autorización de los órganos de Interior, de conducir vehículos o recibir licencias de conducción, de compra o cesión de inmuebles o vehículos, o de inscribir estos bienes.
Tampoco podrán contraer matrimonio, registrarse como autónomos, abrir cuentas bancarias, recibir créditos o transferir dinero, salvo para comprar productos alimenticios por un valor que no supere los 30.000 rublos mensuales (cerca de 350 dólares, unos 320 euros) y los pasajes para abandonar el país.
A pesar de que los cubanos pueden ingresar a Rusia sin visa por un período de hasta 3 meses, la nueva legislación reduce el tiempo permitido de estancia a un máximo de 90 días por año.
La cifra de cubanos que residen actualmente en la nación euroasiática es desconocida, sin embargo, es de dominio público que en 2019 entraron cerca de 28 mil nacionales a ese país con visado de turista y que desde entonces han seguido llegando cubanos.