Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Archivo CN360
Ante recientes dudas y confusiones sobre los requisitos de entrada al país, el Ministerio de Turismo de Cuba emitió una aclaración dirigida a los viajeros procedentes de Canadá, su principal mercado emisor.
Según explicaron, los ciudadanos canadienses que viajan a Cuba en vuelos directos no necesitarán gestionar una visa electrónica. Este documento ya está incluido en el precio del boleto, facilitando así el ingreso a los destinos turísticos más visitados de la isla como Varadero, La Habana, Holguín, Cayo Coco y Cayo Santa María.
La única gestión obligatoria para estos visitantes que se mantiene es completar el formulario digital de entrada a Cuba, disponible en el portal oficial www.dviajeros.mitrans.gob.cu. El trámite debe realizarse al menos una semana antes del viaje, y una vez finalizado, el sistema genera un código QR que se presenta al abordar.
El Ministerio recalcó que este formulario es completamente gratuito, no requiere pagos de ningún tipo ni tarjetas de crédito, y forma parte del proceso estándar de control migratorio en la Isla. Advirtieron, además, sobre la existencia de páginas web no oficiales que intentan cobrar por este servicio o suplantar portales institucionales.
En el caso de viajeros que lleguen a Cuba desde otros países, o realicen escalas en su trayecto, sí será necesario gestionar una visa electrónica. Esta se tramita a través del sitio www.evisacuba.cu y, una vez aprobada, entrega un código de diez caracteres que deberá ser ingresado también en el formulario D’Viajeros.
Las autoridades, en este sentido, destacaron la importancia de usar exclusivamente los canales oficiales para evitar errores, estafas o contratiempos.
Se recuerda, igualmente, que los ciudadanos cubanos residentes en el extranjero deberán entrar al país con pasaporte vigente, luego de la eliminación del mecanismo de prórroga que estuvo en vigor hasta inicios de abril. Bajo estas regulaciones, el Ministerio busca reforzar la confianza del visitante extranjero y garantizar una experiencia de viaje más segura, ajustada a los procedimientos migratorios actuales.