Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Un grupo de expertos de Rusia y Cuba se unieron para investigar el virus de Oropouche, la enfermedad tropical que mantiene en vilo a las autoridades sanitarias de la isla.
Para esta colaboración se utilizará alta tecnología en pruebas diagnósticas que han sido desarrolladas por especialistas rusos. Las mismas tienen el objetivo, además, de actualizar conocimientos sobre infecciones tropicales y realizar estudios relevantes para toda la región del Caribe.
Hasta el próximo 8 de agosto, los expertos del Servicio Federal de Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor de Rusia estarán de visita en La Habana como parte de la cooperación bilateral en el ámbito de la salud y bienestar epidemiológico entre ambas naciones.
La información fue dada a conocer por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba a través de su cuenta en X.
“Especialistas del Servicio Federal de Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor de Rusia (Rospotrebnadzor) y científicos de Cuba investigan infecciones relevantes que se registran en la región del Caribe, incluida Cuba, entre ellas, la fiebre de Oropouche”, publicaron la entidad estatal cubana en la red social.
El virus de Oropouche es transmitido por mosquitos de las especies culicidae y culicoides y por primera vez se ha reportado su circulación en la isla, donde se han reportado casos en todas sus provincias.
Los síntomas de la enfermedad son fiebre, dolores de cabeza, musculares y articulares, y en algunos casos, vómitos y diarreas, parecidos a los producidos por el Dengue.
Santiago de Cuba confirmó los primeros casos en mayo pasado y posteriormente se fueron detectando en los demás territorios del país. Además, durante este año se reportaron casos en Bolivia, Colombia, Perú y Brasil.
En julio pasado, una alerta sanitaria emitida por el Centro Europeo para el Control de Infecciones (ECDC, por sus siglas en inglés) indicó la detección de seis casos positivos de Fiebre de Oropouche en Italia y España.
En ambos países, los infectados eran turistas que visitaron Cuba, tres de ellos arribaron a España, mientras que los otros tres llegaron a Italia después de una estancia en la isla.
