Texto y foto: Cuba Noticias 360
Varios medios no oficiales destacaron una publicación en redes sociales de una supuesta filtración de información sobre el actual paradero del ex viceprimer ministro de Cuba y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
Su destitución, seguida de una investigación por corrupción y traición destapó uno de los escándalos más graves en la política cubana en décadas.
Una ficha policial filtrada refiere que Gil Fernández está preso en la prisión de Guanajay, registrado con el número 12501170, en el Colectivo 8, Cubículo 816, bajo un expediente marcado como Fase 8/2024. Además, le imputan cargos de revelación de secretos vinculados a la Seguridad del Estado, tráfico de influencias, daños a la economía y cohecho.
Sin embargo, varios criterios refieren que las filtraciones no cuentan con la veracidad necesaria y que se trata de una «estrategia» del actual gobierno.
Lo que sí es cierto es que, a más de un año de la noticia de la destitución de Gil, ni su causa ni otros detalles sobre el proceso son públicos.
Gil Fernández fue acusado de cometer «errores graves» durante su gestión, incluyendo prácticas de corrupción, simulación e insensibilidad, cargos que le llevaron a su destitución y a una investigación por parte de la Fiscalía General y la Policía Nacional Revolucionaria.
El caso Gil representa mucho más que un escándalo aislado: es un reflejo del desgaste interno del sistema cubano y de los retos éticos que enfrenta su dirigencia.
¿Qué se sabe de Alejandro Gil, a un año de su destitución e investigaciones por corrupción?
Alejandro Gil, ¿chivo expiatorio o gran culpable?
De Alejandro Gil y de las medidas que firmó podría decirse casi cualquier cosa, menos que todas fueron ideas suyas y que él fue el principal impulsor de las mismas. En eso coinciden no solamente economistas y figuras públicas sino también una gran parte de pueblo. El poder en Cuba no era de Gil, pero Gil cargó con toda la culpa por un reordenamiento monetario que salió mal y por una economía que no sale de la crisis, porque es el sistema lo que está en crisis.
Pero culpable o no, lo cierto es que Alejandro Gil fue despojado de sus cargos, acusado incluso de traición a la Patria, mientras los que se sentaron con él en la Mesa Redonda y en Parlamento a hablar sobre las medidas, siguen donde mismo.
Después de ser defenestrado, Alejandro Gil simplemente desapareció. Algunos lo hacían en España, viviendo la dulce vida, y otros lo daban por preso en su domicilio, bajo investigación.
Esta es la primera vez que se sabe de él en meses, y al parecer, ni en España, ni en casita, sino con ficha criminal y todo anda el ex primer ministro.