Foto: Isabella Abreu | Instagram
Texto: Fede Gayardo
Entre el rugir de motores y la esencia de Cuba surgió la historia de Isabella Abreu, la primera cubana que ha decidido incursionar en el competitivo universo de la Fórmula 4.
Con la determinación de quien sabe que cada kilómetro recorrido es un paso importante, la joven ha roto moldes y se ha ganado el apoyo de la comunidad cubana en EE.UU., quien apuesta por su representante para el evento ‘Formula 4 United States Championship 2025’.
Hace unos días, Abreu se hizo viral en la plataforma TikTok gracias a un video donde la joven piloto, nacida en Holguín, se veía acompañada de varios motoristas cubanos que mostraron su apoyo a “la única mujer cubana en el mundo piloto de Fórmula 4”.
Lo que distingue a Isabella no es solo la destreza técnica ni la audacia en el mundo del motor, sino como han reconocido algunos, su capacidad para inspirar a una nueva generación que lucha por un futuro distinto.
La cubana también ha sido invitada recientemente al popular programa de televisión El Gordo y La Flaca, donde compartió su historia personal y agradeció por “esta oportunidad de llegar al público de Miami y representar a mi país en el automovilismo”.
“Muchas gracias a Univisión Noticias por invitarme a mi y a mi papá a compartir nuestra historia y muchísimas gracias a Lili Estefan y Raúl de Molina por invitarme a El gordo y la flaca y a introducir mi historia a su audiencia”, escribió la joven en su perfil de Instagram junto a una foto con los presentadores del programa.
Algunos recordarán a Isabella igualmente por su activismo político, ya que a pesar de su corta edad aún la nombran “la niña del SOSCuba”, precisamente porque en 2021, mientras grababan su entrenamiento en Homestead, lució un casco protector que llevaba el conocido hashtag #SOSCuba.
En ese momento, la cubana dijo en una entrevista: “Primero vi que en la pista donde yo entreno, en Homestead, la mayoría de la gente no sabía lo que estaba pasando al principio el 11 de julio […] Lo puse en mi casco porque todo el mundo ve tu casco y es muy importante el diseño que le haces porque se refleja en tu persona y dije ‘voy a hacer mi casco representando lo que está pasando, para que las personas me pregunten’”.
Sobre sus inicios en el mundo de los autos siempre ha dicho que fue un amor que surgió gracias a su padre, que era mecánico en Cuba. Luego, al irse a Europa, tuvo su primer contacto con el Karting y la Fórmula 1. Ya con 16 años ella sabía que quería estar en ese mundo.
A pesar de ello, Isabella es consciente que lo más difícil de un deporte es “pagar todo”, a lo que se suma “lo segundo más difícil, el control emocional, primero en la pista, donde es difícil controlar tus emociones. Y luego, al salir de la pista, debes controlar si fallaste, si ganaste. Cuando chocas, es bien difícil controlar las emociones”.
Con sus logros y constante crecimiento personal, Isabella invita a mirar hacia un horizonte donde no hay límites cuando se trabaja duro. Con la firmeza de quien entiende que cada carrera es un peldaño, esta cubana ha abierto las puertas a un mundo lleno de posibilidades, desde el compromiso y las ansias constantes de superación.