Texto: Jorge Suñol
Foto: StringerAL | Shutterstock
Aun cuando buena parte de los gobiernos de región no reconocen los resultados de este domingo de las elecciones en Venezuela, donde resultó reelecto, al menos oficialmente, el actual presidente Nicolás Maduro; aun cuando se han demostrado pruebas contundentes de que estas votaciones no fueron legítimas, aún cuando la propia izquierda le da dado la espalda, a Maduro no le interesa o poco parece importarle quedarse solo, y si para eso tiene que haber sangre, y todo el caos político y mediático por el que ahora mismo pasa un país necesitado de democracia y libertad, este presidente saldrá a celebrar, en su aislamiento, la victoria.
Claramente hay unos pocos, con similares patrones dictatoriales que han felicitado su reelección. Está el caso China, Rusia o Irán, y más cercanos a nosotros se suman Honduras, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas y Cuba, para cerrar con broche de oro, mejor dicho, estratégico.
Nos detenemos en Cuba, al que muchos lo han comparado con Venezuela, por sus faltas de libertades, represión y nula democracia, pero la Isla, es un mundo en el que ni siquiera los cubanos pueden elegir su gobierno, las estructura políticas se han creado para que no aparezca la oposición, a pesar de estar latente, no hay manera legal de hacerlo.
Líderes del mundo han pedido transparencia en el recuento de los votos, cientos de miles de venezolanos han salido a las calles a protestar por sus derechos, a exigir libertad, soberanía y justicia. Policías se quitan su uniforme y se niegan a reprimir al pueblo. U Estatuas de Chávez caen al suelo, como señal de que esto, en algún momento, tiene que acabar. Pero no será por vía democrática. Las dictaduras históricamente no terminan así. El mundo tiene los ojos en Venezuela.
Mientras tanto, los gobiernos de Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, República Dominicana, El Salvador, Uruguay, Canadá, Italia, no reconocen los resultados de este domingo. México, Brasil, Estados Unidos, España, Portugal, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Francia, incluso el secretario general de la ONU, piden conteo de votos.
De hecho, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha dejado a los medios su postura y la de su país: “Tenemos serias preocupaciones de que los resultados anunciados no reflejen la voluntad de los votos ni del pueblo venezolano”. Estados Unidos ya prepara nuevas sanciones si la situación no se revierte.
La drástica reacción de Maduro ha sido expulsar de Venezuela a los diplomáticos de Argentina y de otros países de la región como Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, en respuesta a sus fuertes condenas por el resultado que daban como ganador de nuevo a un presidente, que ha dejado a su país lleno de coraje. La imagen de la República Bolivariana en este momento es de resistencia y esperanza por el cambio.
Gabriel Boric, presidente de Chile:
“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados.
Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
Presidencia de Costa Rica:
“El Gobierno de Costa Rica repudia categóricamente la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la cual consideramos es fraudulenta. Trabajaremos con los gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad sagrada del pueblo Venezolano”.
