Texto: Hugo León
La heladería Coppelia, ubicada en el corazón del Vedado, en La Habana, reabrió sus puertas este martes y los precios son incluso más elevados de lo que se especulaba en redes sociales.
En el caso de Cuba ya casi nadie se asombra cuando en una tienda o una mipyme los costos son tan elevados que se vuelven prohibitivos, pero en este caso, tratándose de la heladería más famosa del país y un sitio emblemático de La Habana, los nuevos precios se sienten como un duro golpe.
La Ensalada Mixta tiene un nuevo valor de 155 pesos; el Super Twins a 130; el Tres gracias, la Doña y la Tartaleta Helada a 105; el Jimagua a 80; el Sundae a 60; el Arlequín a 55 y la Vaca Negra a 31 pesos cubanos, según se puede apreciar en imágenes compartidas por varios usuarios en redes sociales.
Tal vez a sabienda de que los precios no son “amigables”, una de las nuevas restricciones en el Coppelia es que no se puede hacer video sin consentimiento del equipo del lugar, como comentó también en redes sociales otro internauta al que le fue prohibido utilizar su móvil para tal efecto.
Si el precio de los helados parecía alto, el de los dulces y el agua puede que sorprenda todavía más. Un pomo de agua cuesta 160 pesos y un coffee cake 170, mientras que las donas y tartaletas serán vendidas por el Estado cubano por 75 pesos la unidad.
Los productos mencionados compiten con los de las empresas y dulcerías privadas de la isla, pero sólo en el precio. En la calidad, tristemente la historia es otra, como sucede casi siempre con los insumos que vende el Estado.
Precios por encima de lo esperado
Recientemente se filtró en Facebook la información de que en la llamada “catedral del helado” los precios serían incrementados tras su reapertura. Las especulaciones fijaban un valor de 25 pesos por bola, pero la cifra se quedó por debajo de la realidad.
En declaraciones a la prensa en la jornada de ayer Yeny González Ortiz, jefa de servicios de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa Recreatur, aclaró que el precio se fijaría por especialidades, aunque no aclaró los criterios que se tomarían en cuenta para ello.
Lo cierto es que el Coppelia de La Habana se va sumando a los lugares icónicos de la isla que sucumben a la dinámica de precios que inició en Cuba tras el intento de reordenamiento monetario, que al fin de cuentas dejó al país con más monedas, más problemas, peores precios y menos sitios que visitar.