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Texto: Fede Gayardo
La Asociación de Operadores Turísticos de Rusia (ATOR) informó de la muerte por ahogamiento esta semana en Varadero de dos turistas rusos que se encontraban vacacionando en el balneario cubano.
La entidad, según citó la agencia de noticias rusa Interfax, dio a conocer que los dos visitantes, un hombre y una mujer, perdieron la vida mientras disfrutaban de un baño durante una violenta tormenta.
El texto añade que, a pesar de haberse desplegado en la playa una bandera amarilla como advertencia, los turistas se encontraban en el agua y fueron arrastrados por una corriente de resaca.
También insisten en que los equipos de rescate lograron sacarlos del mar, pero, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron evitar la tragedia.
El comunicado no revela la identidad de los fallecidos ni el hotel en que se hospedaban en Varadero. Tampoco se brindan detalles sobre el estado de los trámites para repatriar sus restos a su país.
Sin embargo, se informa que estos turistas formaban parte de la clientela de uno de los operadores turísticos rusos, el cual “está en contacto con sus familiares y el grupo anfitrión”.
Los ahogamientos representan el 15 % de las muertes de turistas, concluye la información, situándose como la segunda causa de fallecimiento más frecuente entre los viajeros rusos en el extranjero, solo superada por las enfermedades cardiovasculares.
A pesar de los desafíos recientes en el sector turístico, Rusia sigue siendo uno de los principales emisores de visitantes a Cuba. El año pasado, la isla recibió a más de 185 mil turistas rusos, cifra que representa un 1 % más que en 2023 y un 5 % por encima de la registrada en 2019.
No obstante, en enero de 2024 se evidenció una marcada disminución, con casi la mitad de los turistas procedentes de Rusia en ese primer mes.
Esta no es la primera vez que el turismo ruso enfrenta dificultades durante su traslado o estancia en Cuba. Vale recordar que el año pasado se produjo un error en la logística internacional cuando los restos de un viajero ruso fallecido en Cuba fueron enviados erróneamente a Canadá, en vez de las de un turista candiense igualmente fallecido en la isla.
La familia del turista canadiense denunció que el cuerpo fue enviado por error a Rusia y aseguró que las autoridades cubanas cometieron un “grave error”. El caso fue publicado en varios medios de prensa internacionales, tras el reclamo de su familia cuando la funeraria canadiense que recibió los restos desde Cuba notificó a sus hijos que el cuerpo no correspondía al de su padre.