Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
El Ministro de transporte cubano, Eduardo Rodríguez Dávila, aclaró algunas cuestiones sobre la reposición de autos en Cuba tras las expectativas generadas en la población que, al parecer, no están acordes a las posibilidades del país para afrontar este proceso.
Luego de que las nuevas inscripciones fueron pospuestas hasta nuevo aviso, Rodríguez Dávila explicó en su perfil en Facebook que esta acción es “un mecanismo para darle un uso útil a vehículos que antes se desarmaban, pudiendo ser aprovechados por parte de la población”.
No obstante, aclaró que el cambio de autos antiguos por vehículos más modernos en Cuba no es por ahora “un proceso de modernización masivo”.
“Lo que muchos han interpretado como una oportunidad para reponer y modernizar un vehículo envejecido, de los que existen decenas de miles en Cuba, en realidad no es más que un procedimiento existente desde poco más de un año”, dijo el funcionario.
En su texto amplió que esta adquisición se realiza en moneda nacional (CUP), ya que estos vehículos amortizan su costo en divisas durante la explotación en la renta: “Se realiza por reposición de otro vehículo y el procedimiento intenta organizar la venta, teniendo en cuenta la alta demanda y la poca disponibilidad”.
Esta alternativa fue definida por el directivo como “una opción más, aprovechando lo que tenemos, mientras que el país no disponga de recursos financieros en divisas suficientes para poder organizar un proceso de modernización masivo, a precios asequibles y facilidades de pago, como correspondería emprender, dado el envejecimiento generalizado y la magnitud del parque automotor del país”.
Sobre las expectativas generadas en la población tras darse a conocer la noticia, el ministro reconoció que estas se deben a que “la mayoría de las personas añoran poder mejorar su carro (Lada, Moscovich, Peugeot, Fiat, entre otros)”.
No obstante, prosiguió diciendo que “la realidad es que no se trata un procedimiento para emprender una reposición masiva, sino una posibilidad más derivada de los ajustes realizados a la política de comercialización de vehículos”.
Por esta misma línea continuó afirmando que es “un mecanismo para darle un uso útil a vehículos que antes se desarmaban, pudiendo ser aprovechados por parte de la población, mientras esta no disponga de recursos financieros para adquirirlos nuevos o en una mejor condición, pero sí para reparar y completar estos, que son más modernos que los que poseen”.
Actualmente la fecha para el inicio del proceso aún no está definida, tras ser pospuesta a consecuencia del reciente apagón total de Cuba. Ante esta situación, el gobierno puso en pausa la habilitación para nuevos casos con el objetivo de “dar un tiempo más”.
Por último, Rodríguez Dávila aseguró que en próximas publicaciones ofrecerá más información sobre “la adquisición por reposición de vehículos: “Del cambio de carrocería al cambio del carro”.
