Foto: Liga Mexicana de Béisbol | Facebook
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Varias máximas del béisbol a lo largo de su más de 150 años de historia, sostienen que el pitcheo es el aspecto de juego más determinante, por más que los partidos se ganen con bateo y fabricando carreras. De confirmarlo, por enésima vez, se encargaron este domingo los Diablos Rojos de Ciudad de México al imponerse en la final de la Baseball Champions League Americas por 6-1 a los Leñadores Las Tunas.
El elenco representante de Cuba llegaba a la discusión del título con 74 anotaciones producidas en cuatro choques previos, para un promedio de más de 18 por cada aparición en el diamante del estadio Alfredo Harp Helú. Aun así, sus bates quedaron silenciados cuando se encontraron en el montículo rival con José Bravo, uno de los mejores brazos de la pelota mexicana en la actualidad.
El derecho de 27 años apenas permitió tres hits y repartió cinco ponches a los cubanos en cuatro entradas. Al momento de salir del box, dejó el juego con ventaja de 2-0 cuando el estadounidense Conner Menez, a la postre ganador, se hizo cargo y encajó la única anotación de Cuba en la alta del quinto capítulo.
Detrás le siguió un trío de relevistas compuesto por el japonés Tomohiro Anraku y los también norteamericanos Trevor Cliffton y Stephen Nogosek que, sumando un inning de trabajo cada uno, también dejaron sin filo las hachas tuneras. El equipo dirigido por Abeicy Pantoja pasó de más de 22 imparables por encuentro a solo cinco en el duelo por la corona.
Por su parte, el abridor Andy Vargas había realizado su encomienda y caminó las primeras cuatro entradas donde solo fue castigado por sendos cuadrangulares en solitario de Robinsón Canó y José Rondón en los primeros dos actos, respectivamente.
En el inicio del quinto, cuando los tuneros ya habían descontado una, el derecho habanero se complicó y fue sustituido por el espirituano Yankiel Mauris, no sin antes cargar con otro par de carreras a su cuenta. Las últimas dos y definitivas de México las marcaron en el octavo y noveno inning, por ese orden.
De esta forma, quedó pospuesto otra vez el sueño del béisbol cubano de celebrar un título internacional a nivel de clubes. La última vez que algo así sucedió fue en la Serie del Caribe de 2015, cuando el Pinar del Río reforzado de Alfonso Urquiola se recompuso de un comienzo gris y terminó levantando el centro de la edición que acogió entonces la capital boricua San Juan.
Otras novenas de la isla intentaron imitar a esos Vegueros en lides posteriores hasta que a Cuba se le prohibió su participación en ese tipo de eventos. Ni Ciego de Ávila, ni Granma, ni Las Tunas lograron subir al más alto del podio del 2016 al 2019, ni Agricultores en el momentáneo regreso de 2023.
Tampoco lo consiguieron los Alazanes en la primera versión de Baseball Champions League en Yucatán 2023, los Cocodrilos de Matanzas en la Semana Catalana de Béisbol de 2024, o los mismos Leñadores que acudieron al estreno de la Series de las Américas, en enero pasado en Nicaragua.