Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Cuba Noticias 360
El Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó, como es habitual en los primeros días del año, que Cuba no pudo disminuir la tasa de mortalidad infantil, cerrando 2024 con 7.1 por cada mil nacidos vivos, un indicador que desde la pandemia de la Covid-19 en 2021 supera el índice de siete.
Según el organismo, lograr esta cifra representa «los esfuerzos tenaces de miles de personas que a lo largo y ancho del país batallaron sin descanso por defender la vida, como los innumerables retos que debió enfrentar el Sistema Nacional de Salud en el transcurso de todo el año».
Aunque no mencionaron las principales causas de la mortalidad infantil en Cuba, el comportamiento en los últimos años ha estado marcado por malformaciones congénitas, deformidades, anomalías cromosómicas y la septicemia.
Por otra parte, la tasa de mortalidad materna al concluir el 2024 fue de 40.6, superior a la registrada en el 2023 en un 4,9 % anual.
En julio del presente año funcionarios del Minsap alertaban la necesidad de mantener un seguimiento y «redoblar esfuerzos» en casos de embarazos ectópicos, complicaciones de eclampsia y preclampsia e infecciones puerperales.
Entretanto, es significativo el hecho de que en el año que concluyó se reportaron 71 374 nacidos vivos, lo cual significa 19 075 nacimientos menos que en el 2023, «una realidad que impone retos adicionales a la nación en lo referido a su dinámica demográfica».
Que Cuba mantuviera una tasa de mortalidad infantil debajo de 5.5 por cada 1000 nacidos vivos entre 2008 y 2018 constituyó un orgullo para la «potencia médica» que se vio comprometido con la llegada de la pandemia con cifras por encima de los 7, mismos indicadores registrados en la década de los 90.
Nacimientos en Cuba siguen disminuyendo
