Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Lis Cuesta Peraza, esposa del presidente cubano Miguel Díaz-Canel y directora nacional de eventos del Ministerio de Cultura, reflexionó públicamente sobre el papel y desafíos de las mujeres cubanas en la actualidad.
Durante una entrevista difundida por el medio estatal Alma Plus TV, “la primera dama” hizo un recorrido por diversos temas como el machismo, la función de la familia, el crecimiento profesional de las mujeres y la construcción de la identidad dentro de las instituciones estatales.
Según dijo Cuesta, “hoy nos quedan batallas por ganar, no son pocas, pero las vamos llevando bien”. Además, insistió en que “nos viene bien resistir y avanzar”, así como en el hecho de que “ser mujer y dirigir, y llevar la familia, sigue siendo un reto” a pesar de las políticas públicas “en defensa de las mujeres” existentes en Cuba.
En un momento, Lis Cuesta se refirió al machismo, aseverando que “aunque estemos acompañadas de hombres que no sean machistas, que luchen por el desarrollo de las mujeres, seguimos llevando la preocupación mayor de la familia”.
Llamó especialmente la atención un espacio en el que rememoró su niñez y la figura de su padre, un militar retirado, a quien calificó como “machista” en el entorno familiar.
“Un día me enteré por la televisión que mi padre no era machista. Lo estaban elogiando. Yo me quedé en una pieza, porque en la casa lo era. Sin embargo, a mí no me frenó. O a lo mejor si lo intentó, no lo logró”, afirmó.
Las declaraciones de la esposa del presidente cubano estuvieron cargadas de elogios a los logros alcanzados por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), institución a la que se refirió como un “instrumento esencial” para el empoderamiento femenino en la Cuba de hoy.
No obstante, en otro momento, reconoció abiertamente las limitaciones de la equidad de género en la isla, sobre todo porque el ideal de igualdad no se refleja en la realidad cotidiana de los cubanos y sus instituciones.
Luego de desarrollar una carrera como docente en Holguín, Lis Cuesta ha pasado a ser una figura clave en la organización de eventos, donde se le ha visto a la cabeza de espacios como el Festival San Remo y otras iniciativas gastronómicas como el tan criticado Festival Cuba Sabe.