Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Cuba Noticias 360
Cada vez la crisis económica en la Isla afecta de forma directa la vida cotidiana de las familias, especialmente la alimentación de los niños. Por ejemplo, en la provincia de Sancti Spíritus, la escasez de leche en polvo ha encendido las alarmas de muchas madres, preocupadas por no poder garantizar este alimento esencial para el desarrollo de sus menores.
En este sentido, Alberto Cañizares Rodríguez, director de la empresa de productos lácteos Río Zaza, confirmó a la propia emisora local Radio Sancti Spíritus que actualmente es imposible cumplir con la entrega mensual de seis bolsas de leche en polvo para los niños menores de siete años en el territorio. “La asignación nos la dan dirigida desde el grupo y nosotros distribuimos la que nos dan”, dejando claro que el problema no es nuevo, y tampoco está cerca de resolverse.
Ante la pregunta sobre posibles soluciones, la respuesta del directivo fue tajante: “No podemos buscar alternativas. La alternativa es la leche fluida y a esos niños no se les puede dar, médicamente está prohibido”. En resumen: no hay sustitutos posibles, y no se vislumbra una estrategia concreta para suplir el déficit.
Por si fuera poco, el directivo confirmó que la leche en polvo que ha faltado no será repuesta. “Reposición no va a haber, la que ha faltado no se va a reponer”, afirmó categóricamente. A ello se suma la falta de nuevos proveedores ni opciones externas que permitan cubrir la demanda.
El funcionario insistió en que, aunque todos los meses se realiza una entrega parcial, esta no alcanza el volumen necesario. “No se cubre el total de la leche en polvo, no las seis bolsas”, subrayó. También aludió a las dificultades económicas y logísticas que enfrenta la importación del producto, y responsabilizó al embargo estadounidense: “Las personas no lo creen, pero el bloqueo sí interrumpe la compra”.
Con respecto a la calidad del producto que sí logra llegar, Cañizares especificó que primero pasa por controles antes de ser entregado. “Cuando nos asignan la leche en polvo, se procesa, porque hay que echarle productos, y al otro día ya se está repartiendo”, afirmó, alegando pruebas de laboratorio tanto al recibir el lote como después de su fortificación.
Mientras tanto, el malestar entre las familias crece. La falta de una respuesta concreta, combinada con la negativa a reponer los déficits y la ausencia de soluciones viables, alimenta un sentimiento de abandono en quienes dependen en su totalidad de este suministro para cuidar de sus hijos pequeños.