Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Archivo CN360
Las acciones de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos no paran de hacerse noticia. Esta vez ha hablado de su clara intención de controlar el Canal de Panamá, y de no lograrlo, las consecuencias no tardaría en llegar.
Justo cuando su propio secretario de Estado, Marco Rubio, ha visitado a Panamá, Trump ha aprovechado para discutir y acusar a esta nación centroamericana de violar los tratados refrendados en los Acuerdos Torrijos-Carter, del 7 de septiembre de 1977, sostenido entre el entonces presidente panameño Omar Torrijos y su homólogo estadounidense Jimmy Carter.
De manera general, estos acuerdos declaraban la transferencia progresiva del canal y sus zonas adyacentes del control estadounidense al panameño, cerrando casi siglo de dominio de la administración estadounidense sobre la vía interoceánica.
Trump se refirió a la supuesta gestión de China sobre el Canal, algo “que nunca fue dado a los chinos, sino dado tontamente a los panameños», una afirmación desmentida por el gobierno panameño, quien, en voz de su propio presidente, José Raúl Mulino, dejó claro que la soberanía del país «no está en cuestión», asegurando que no habrá ninguna «amenaza real» de intervención militar por parte de EE.UU.
Se supo, luego de la visita de Rubio, que colaborará con la marina estadounidense para «optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques» por medios de la vía interoceánica, de acuerdo con información de las autoridades del anal de Panamá.
El secretario de Estado, de hecho, insistió en su inconformidad con la gestión del Canal, de ahí que planteara la necesidad de cambios inmediatos.