Foto: RL Hevia
Texto: Raúl del Pino
A cuatro meses de cumplir los 36 años, cualquier pudiera pensar que los días en el boxeo activo para Julio César La Cruz están contados. Después del fracaso en París 2024, donde cayó eliminado en su mismo primer combate, lo lógico hubiese sido que el doble monarca olímpico diera un paso al costado y dejara el protagonismo a las nuevas generaciones.
Sin embargo, varios factores, algunos más razonables que otros, propiciaron que el capitán de los Domadores de Cuba decidiera permanecer sobre el encerado y explorar nuevos horizontes. El primero, la longevidad que vive el deporte mundial hoy en día, que ha permitido a los atletas extender sus carreras más años al máximo nivel, en muchos casos hasta cercanos a los 40 o incluso más.
De igual forma, el éxodo de deportistas que sufre el país, del cual el boxeo cubano no ha estado ajeno, ha creado baches en el relevo generacional de algunas divisiones, por lo tanto el camagüeyano ha podido migrar de peso en varias oportunidades y mantener su estatus de primera figura.
La Cruz fue por muchos años el rey universal de los 81 kilogramos en el pugilismo amateur, donde tocó la gloria en Río 2016 y se ciñó cuatro coronas en campeonatos del orbe. Para el año 2020, el colectivo técnico de la selección nacional decidió que subiera a 91 kilos y, para sorpresa de muchos, tampoco desentonó con el oro en Tokio y meses más tarde la faja mundial en Belgrado 2021.
La suerte no siguió igual en los años posteriores en los que se sucedieron sendos fracasos en el Mundial de Taskent 2023 y los mencionados olímpicos de 2024. No obstante, a la par de su trayectoria amateur La Cruz incursionó en el profesionalismo logrando notables éxitos para seguir validando su calidad.
El más reciente de todos llegó el pasado fin de semana en la velada celebrada en el Hotel Melia Internacional de Varadero. “La Sombra” protagonizó el evento principal del cartel organizado por la promotora alemana AGON Sports, que hace par de meses había firmado un acuerdo con la Federación Cubana de Boxeo.
El combate ante el montenegrino Dilan Prasovic en la división de los súper completos, exhibiendo más de 100 kilos cada uno, no decepcionó y el cubano logró imponerse por KO en apenas tres rounds de los 12 pactados. Fue su primera vez con tantas libras en un ring y lo resolvió cambiando de estilo de su tradicional riposta a tomar la iniciativa.
Pero lo que parecía algo momentáneo ya no lo es: La Cruz se mantendrá en esa categoría por el momento, según confirmó Rolando Acebal, jefe técnico de la escuela cubana. El veterano preparador consideró que, ante la ausencia de otros referentes en ese peso, “Julio César es la persona más indicada para asumir el reto”.
“Además, ya tiene que rebajar para pesar 92 kilos”, añadió Acebal en una entrevista reproducida por el diario Granma, a sabiendas de que su experimentado pupilo no cumple con los criterios físicos ideales para el nuevo desafío, por lo cual estará en una fase de prueba.
“Julio no tiene la estatura para ser un clásico superpesado, pero eso lo compensa con su maestría deportiva. Según los resultados que alcance, se determinará si se queda o regresa a los 92”, sostuvo. Asimismo, Acebal espera que Nelson Williams y Karel García puedan asumir como primeras figuras en la división de los pesos completos durante el período de prueba para el capitán cubano.
Aunque todavía faltan más de tres años para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, al pugilismo antillano le resta un largo camino, en el que deberá reinventarse para volver a ocupar los lugares de privilegio que perdió en la capital francesa. La evolución de Julio forma parte de ese proceso, en el que también deberá ganar protagonismo el boxeo femenino.
Nadie dude que el principal referente de los Domadores aprovechará cada oportunidad que se le brinde y hará todo lo posible por llegar a la cita de la ciudad californiana, que significaría la quinta para él y a la vez un cierre perfecto para una de las más grandes trayectorias del boxeo cubano de todos los tiempos.