Foto: Josep Tomas | Flickr
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Una tumba durante meses sin nombre y una fecha olvidada en el tiempo. Ese ha parecido ser el destino de la famosa artista cubana Juana Bacallao cuando se cumple este lunes el primer aniversario de su muerte a los 98 años en La Habana.
A “Juana” la acompaño la polémica hasta su fallecimiento. No se organizó un funeral a la altura de su estirpe artística y su despedida transcurrió sin penas ni glorias en el Cementerio de Colón en La Habana, donde sus restos reposan en el Panteón de Cultura, al lado de las tumbas del sonero Adalberto Álvarez y el flautista José Luis Cortés.
El ninguneo que sufrió la célebre show-woman causó una gran polémica en su momento entre los cubanos, que criticaron la poca atención mediática que recibió su fallecimiento mientras otras grandes figuras de la cultura cubana han sido homenajeadas al morir con toda la gloria que merecían. Sus seguidores culparon a lo sucedido del racismo y el clasismo que dijeron existen en la cultura cubana y en general en la sociedad de la isla. No se trató de meras comparaciones sino de reclamos por un acto de justificia, de coherencia con una artista arraigada en los valores más altos del acervo de la cultura popular de la isla.
Los criterios, encendidos, sobre lo ocurrido con Juana parecen seguir alimentando la controversia alrededor de la artista, porque al primer año de su fallecimiento no se han visto publicaciones al menos en los medios estatales que recuerdan a la famosa artista, la cantante que marcó la cultura popular cubana con una obra muy particular que respondía a los códigos de los cabarets y a su propio discurso, iconoclasta, dentro del ámbito artístico insular.
Nacida el 26 de mayo de 1925 en el barrio habanero de Cayo Hueso, Juana fue un personaje muy querido por los cubanos tanto en la isla como fuera de las fronteras insulares. Si bien, como se dijo, no recibió los honores que le correspondían tras su muerte, los artistas y sus seguidores sí le dedicaron sentidas palabras de agradecimiento por su obra, su legado, y su coherencia.
“Sigue volando, que los que no llegamos a tu estratosfera, nos conformamos con que nos regales unos destellos de comedia desde el cielo. No te olvidaremos, te mencionaremos, siempre que hablemos de hacer reír», dijo en redes sociales el actor Alexis Valdés, radicado en Miami.
El humorista Ulises Toirac también recordó en su momento la carismática personalidad de la artista.
“Juana era un dado al aire. Una ruleta con impulso. Con una personalidad arrolladora y sabedora de momentos y palabras. Era de una locura especial o una imaginación desbordante. Fiesta absoluta y total. Genio a lo Quijote”, dijo Toirac.
Otra de las declaraciones más ilustrativas tras la muerte de Juana la ofreció el legendario músico cubano Paquito D’Rivera.
“Hoy se nos fue nuestra inimitable Juana Bacallao a los 98 años de edad, pero su recuerdo perdurará eternamente entre todos nosotros por toda la alegría que regó a su paso”, escribió el músico en sus redes sociales.
Lo cierto es que Juana, a pesar del silencio, nunca estará condenada al olvido. Por su entrega al público, su fecundo trabajo durante décadas en los escenarios cubanos e internacionales y su particular carisma ocupa para siempre ese sitio de honor que los cubanos reservamos solo para los artistas y creadores con los que hemos tocado la gloria.
