Texto: Hugo León
Foto: RRSS
Alejandro Cantillo Pérez y Yoerlandy Camero Baños, dos jóvenes cadetes del Instituto Técnico Militar José Martí, en La Habana, entregaron a la policía una mochila con dinero, un móvil y un carnet de identidad, la cual se encontraron mientras transitaban por 110 y 5ta, en el municipio de Playa.
Información compartida por el creador digital Frank Enrique en la red social Facebook señala que el monto era de 5 mil 400 euros, más de 3 mil dólares y 4 mil pesos cubanos.
Debido a que la dirección del carnet encontrado era en el mismo municipio, los jóvenes decidieron ir hasta ahí, pero al llegar descubrieron que la vivienda estaba en construcción y vacía, por lo que se trasladaron a la estación de Policía.
Mientras estaban en la unidad, apareció un ciudadano cubano residente en República Dominicana, emprendedor de desarrollo que hace negocios en Cuba, para denunciar la pérdida del documento de identidad y el móvil de su esposa que estaban en la mochila, pues pensó que el dinero no aparecería.
Los hechos se esclarecieron en el lugar y el beneficiado agradeció a los jóvenes por su gesto, e incluso los trasladó a su escuela.
Varios internautas felicitaron a los cadetes, resaltando su decencia y valores humanos.
“Muchas felicidades para estos jóvenes cadetes, son MILLONARIOS pero de valores humanos como la honradez, la honestidad, el desinterés por lo material y las propiedades ajenas y la moral ante la vida”.
Otros, sin embargo, señalaron que se notaba que la mayoría de los comentarios en la publicación estaban hechos por militantes o trabajadores del Partido.
“Pídale criterio a la juventud de su país, a los adultos y hasta a los mayores para que vean qué tanto aman a su «Revolución». Se compone de necesidades. Toda la clase trabajadora con un salario mínimo, sin alimentos, medicamentos, ni luz”, afirmó un ciudadano.
Una internauta destacó que lo que hoy es un hecho extraordinario era la actitud normal de cualquier joven en sus tiempos, y no faltó quien apunte a que la divulgación de este suceso es parte de una estrategia estatal para apuntalar la deteriorada imagen de las fuerzas militares cubanas después de tantos videos virales donde estos maltratan al pueblo.