Texto: Hugo León
Foto: David Peinado Romero | Shutterstock
En lo que va de semana ni Donald Trump ni su compañía en la Casa Blanca se guardaron nada en sus ataques a quienes llegaron a Estados Unidos a través del parole humanitario abierto por la administración del entonces presidente Joe Biden.
Después de que Donald Trump anunció la revocación del estatus del parole que entrará en vigor el 24 de abril venidero, fue la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien continuó con la retórica. La funcionaria instó este sábado a los migrantes cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses que llegaron con el parole a autodeportarse.
Para esto, deberían utilizar la aplicación CBP Home, nueva versión digital de CBP One por la que anteriormente habían entrado cientos de miles de migrantes a Estados Unidos a través de la frontera.
Esta aplicación permite a los migrantes en situación irregular notificar la intención de salir voluntariamente del país. Según la Casa Blanca, quienes salgan de esta forma, tendrán luego opciones para regresar legalmente a Estados Unidos.
Leavitt cree, según dijo en la red social X, que en EEUU hay inmigrantes legales que Joe Biden llevó “con el dinero de los contribuyentes”.
De acuerdo con el comunicado firmado esta semana sobre el parole humanitario, se revocarán también los permisos de viaje pendientes y los apoyos de patrocinadores ya confirmados, así como las autorizaciones de empleo derivadas del parole.
En contraposición, varias figuras del partido republicano de Donald Trump han expresado que la mayoría de los que entraron con el parole humanitario viajaron a EEUU con la esperanza de huir de dictaduras y de miseria, y con la mirada puesta en trabajar dignamente y aportar.
Políticos estadounidenses piden respeto para quienes entraron con el parole humanitario
Esas voces, como la de la congresista republicana María Elvira Salazar y el Recaudador de Impuestos del Condado Miami-Dade Dariel Fernández, también le han recordado a Trump y compañía que quienes entraron por el parole han declarado impuestos y para viajar debieron ser patrocinados por personas que probaron poder mantenerlos sin afectar el dinero federal.
Pero la cruzada de Trump, nieto e hijo de inmigrantes, se mantiene y hasta el momento no se puede calcular el verdadero alcance que tendrá. Lo que sí se sabe hasta ahora es que la política de cara a la emigración es de mano dura. Está por verse cuánto podrá lograr la administración de Trump en esta materia.