Foto: Collage Redes Sociales de los artistas
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Aunque ha ganado notoriedad en los últimos tiempos, el fenómeno de los “nepo babies” es tan antiguo como la industria del entretenimiento. Abreviatura de “nepotism baby”, en español “bebé del nepotismo”, el término hace referencia a los hijos de celebridades que han conquistado el éxito en carreras en el mismo ámbito de sus padres.
Al aprovechar de cierto las conexiones establecidas por sus familiares en la industria, las trayectorias de los “nepo babies” han sido más expeditas, aunque algunos aseguren que ha sido todo lo contrario.
El término se popularizó en 2022 en Twitter, recién bautizado X, cuando un usuario tuiteó sobre Maude Apatow, hija del director Judd Apatow y la actriz Leslie Mann, protagonista de la serie de televisión Euphoria. Ello llevó a que el término “nepo baby” fuera tendencia en TikTok cuando los usuarios señalaron a muchos otros «bebés del nepotismo» famosos. El debate creció como una bola de nieve al punto en que la revista New York Magazine publicara una lista de hijos de personalidades y llamara a 2022 el año del “nepo baby”.
En la historia de Cuba han sido célebres familias enteras dedicadas al entretenimiento, como la formada por Coralia Fernández y Ramón Veloz, origen de toda una dinastía de cantantes, actores y actrices que ya va para cuatro generaciones; la de Salvador Wood y Yolanda Pujols, que se multiplicó en el talentoso Patricio Wood y su hijo Gabriel; así como otros casos de padres e hijos que han compartido el éxito en las más diversas esferas.
Si los “nepo babies” han triunfado por su propio talento o por las conexiones de sus familiares sigue siendo un asunto a debate. Fuera de discusión se encuentran las cualidades de estos 5 casos que compendia Cuba Noticias 360.
Alicia Hechavarría: Actriz y psicóloga, influencer, comprometida al 100 por ciento con la protección y el bienestar animal, es conocida también por ser hija del talentoso actor Fernando Hechavarría. Comenzó su carrera con 17 años, con la película Ciudad en rojo dirigida por Rebeca Chávez. Desde entonces ha estado trabajando con los directores de cine más importantes de Cuba. Colaboró con Ian Padrón en su largometraje Habanastation; con Eduardo Moya en Sumbe; con Lester Hamlet en Fábula donde tuvo un rol protagónico, y con Gerardo Chijona en Los buenos demonios. Con una consolidada carrera en cine, teatro y televisión, Alicia es uno de los rostros más bellos y conocidos del panorama artístico cubano.
Andrea Doimeadiós: Hija del excepcional Osvaldo Doimeadiós, Andrea siempre supo que se dedicaría a la actuación. Una vez graduada de la Escuela Nacional de Arte en 2013, formó parte del grupo teatral El Público, de Carlos Díaz, sin descuidar sus estudios en el Instituto Superior de Arte. Desde temprano sorprendió por su asombrosa facilidad para el humor escénico, una cualidad que perfeccionó en el seno de su hogar. Su primer rol protagónico en el cine fue en El techo, ópera prima en largometraje de la realizadora y guionista Patricia Ramos Hernández. Ha venido afianzando una intensa carrera en ese medio, así como en el teatro y la televisión. En este último ganó notoriedad con su icónico personaje de Noelia Bermellón, un personaje creado por su padre y que se ha convertido en una carismática “anticonductora”.
Carlos Enrique Almirante: Cinco filmes en los últimos años —Oscuros amores (2021), Beginner’s Luck (2022), El mundo de Nelsito (2022), A Royal Makeover (2023) y Coyote Cage (2023)— completan la más reciente etapa dentro del largo currículo de Carlos Enrique Almirante, hijo del estelar Enrique Almirante, uno de los mejores actores cubanos de todos los tiempos. Nacido en La Habana en 1983, el actor demostró su versatilidad desde muy joven gracias a su participación en numerosas teleseries juveniles y, sobre todo, en el cine. Uno de sus personajes más recordados es Fátima, protagonista de la película Fátima o el Parque de la Fraternidad, dirigida por Jorge Perugorría, rol con el cual se llevó las palmas del público y el reconocimiento de los especialistas. El actor reside desde hace algunos años en Estados Unidos, donde fundó junto a su esposa Almirante Films, compañía que le ha permitido incursionar en la dirección de audiovisuales.
Néstor Jiménez Jr.: Hijo del reconocido actor Néstor Jiménez Rodríguez, Nestico se volvió un rostro conocido en Cuba, no solo por su parecido con su padre, sino por su talento y versatilidad para la actuación y la música. Antes de salir de Cuba, hace más de una década, Néstor Jiménez Jr. trabajó en series para el público juvenil como Coco Verde, La Atenea está en San Miguel y Mucho ruido. Radicado en Estados Unidos, ha seguido allí su camino en el cine y el teatro, aunque los primeros años lejos de Cuba no fueron fáciles para el actor. Al establecerse en Miami comenzó a lograr objetivos que tenía en su carrera profesional y sigue trabajando duro en nuevos proyectos.
Roberto San Martín: Nacido en 1976 con el nombre de Roberto Octavio Álvarez Pérez, adoptó el nombre artístico de Roberto San Martín, aunque buena parte del público lo conoce como Robertico, el hijo de Susana Pérez. Desde pequeño se habituó al ambiente de los platós cinematográficos, los estudios de la televisión y los escenarios teatrales. A pesar de ello, intentó encontrar su futuro en carreras como la administración, la lengua francesa, la dirección de empresas, el diseño gráfico y la hostelería, aunque su vocación actoral terminó imponiéndose. Gracias a la popularidad alcanzada en Cuba, Benito Zambrano lo fichó para su filme Habana Blues, el cual le abriría las puertas del cine español. San Martín dejó La Habana para instalarse en Madrid, desde donde consiguió papeles importantes en series como Aquí no hay quien viva y La que se avecina. En 2014, tras una década en España, se mudó a Estados Unidos en busca de oportunidades laborales y donde se ha convertido en activista político e influencer en las redes sociales.