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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Hace solo unos días, los Senadores de San Juan anunciaron el fin de la participación del toletero cubano José Dariel Abreu con el equipo. Inmediatamente, saltaron muchas interrogantes sobre el movimiento que dejaba libre a uno de los mejores bateadores del conjunto capitalino antes de finalizar la actual campaña de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.
Ante el revuelo mediático que generó la noticia, el gerente general del club Alex Cintrón debió salir al paso y explicar a la prensa que la decisión la tomó el propio jugador para compartir el tiempo navideño con su familia. “No lo dejamos libre por producción, sino que fue un acuerdo verbal por la relación que tenemos”, aclaró el ejecutivo.
Una semana después, el inicialista cienfueguero, que registró .221 de promedio de bateo, con 19 imparables, cinco cuadrangulares y 16 impulsadas en 22 partidos, reapareció en su tierra natal, compartiendo con aficionados y amigos, según evidencian varias fotos publicadas en Facebook. Todo parece indicar que prefirió pasar las fiestas de fin de año en Cuba a terminar la temporada en Puerto Rico.
La decisión de Abreu es entendible, aunque algunos fanáticos boricuas hubieran preferido que cumpliera su palabra de jugar hasta el final. Recordemos que el ex Chicago White Sox vivió este año el calendario más inestable de su carrera en Grandes Ligas desde que debutó hace una década en el 2014 y ganara la distinción al Novato del Año.
Una baja producción ofensiva obligó a la gerencia de su última organización Astros de Houston a liberarlo en el mes de junio, pese a tener vigente todavía un contrato que le embolsará más de 20 millones de dólares en 2025 sin jugar. No obstante, el objetivo de Pito no es retirarse a los 37 años y busca regresar al máximo circuito lo antes posible.
Por eso se comprometió a jugar este invierno en Puerto Rico, tal como hizo saber el propio Cintrón, quien además de ser directivo del club capitalino, ejerció como coach de bateo de “Pito” durante los dos años que formó parte de los Astros.
A mediados de noviembre, cuando mejor se encontraba con los Senadores, Abreu habló por primera vez de la difícil etapa por la que atravesó a comienzo de temporada y desembocó en su salida de Houston. “En un momento dado, le perdí el amor al deporte por todas las cosas que pasaron. Es complicado cuando tú no funcionas. Yo no estaba funcionando como bateador”, confesó al diario Primera Hora.
“Yo estaba en un equipo ganador, había que ganar y no iban a esperar por mí. Se me hizo difícil y poco a poco le fui perdiendo el amor al juego. Tuve que tomar un tiempo para poder entrar a la casa porque, ¿cómo le iba a decir a mis hijos que me habían dejado libre?”, admitió.
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En esa misma entrevista, el MVP de la Liga Americana en 2020 reveló que su meta con los Senadores era “encontrar la felicidad y regresar hacia mí el amor que uno le tenía al juego, independientemente de que los últimos meses no fueron los mejores en las Grandes Ligas. No estoy contento, pero estoy en paz con lo que hice porque lo intenté hacer todo para buscar el mejor José”.
También destacó que lo positivo de aquel duro proceso fue el pasar gran parte de esos meses junto a sus hijos, esposa y madre, algo que no pudo hacer con frecuencia durante las 11 temporadas que jugó en MLB. “Siempre hay una parte agria y una parte dulce. La parte dulce fue que tomé más tiempo con ellos y eso fue algo grandioso”, reconoció.
Por eso es que no es de extrañar que “Pito” haya decidido regresar otra vez a Cuba, como ha hecho en el pasado en varias ocasiones, y pasar el fin de año junto a su gente. Probablemente, esto forme parte del plan para fortalecerse también mentalmente y perpetuar su regreso a Grandes Ligas el año próximo.
