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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La Ley de Ajuste Cubano sigue vigente. Donald Trump no puede revocarla, pero sí tiene margen para restringir su aplicación. Al menos eso señalan los expertos en temas migratorios.
Y es que, en este sentido, los cambios más recientes en el parole humanitario y otros programas migratorios podrían dejar fuera a miles de cubanos que aspiraban a la residencia legal en Estados Unidos.
Esta ley, de hecho, fue aprobada por el Congreso en 1966. Solo este puede derogarla o modificarla. El presidente, sin embargo, puede influir en cómo se aplica. Lo hace a través de agencias como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) o el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), que pueden ajustar la interpretación de requisitos clave.
Uno de esos requisitos es la “admisión legal”. Esa condición es esencial para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano. Estar bajo parole cuenta como presencia legal. Por eso, si se restringe o elimina el parole, se reduce automáticamente el número de personas elegibles para aplicar.
La cancelación del programa de parole, anunciada este viernes, pone en riesgo la situación de más de 500,000 cubanos. Muchos llegaron a EE.UU. bajo esa posibilidad o están en libertad bajo supervisión (documentos I-220A o I-220B). Solo algunos tienen opciones legales claras para quedarse.
La orden ejecutiva 14165, firmada por Trump el 20 de enero, busca asegurar la frontera y terminar con programas de entrada humanitaria. Quienes no tengan una base legal para permanecer, serán sujetos a deportación, según un borrador del DHS firmado por la secretaria Kristi Noem.
Desde febrero, el gobierno pausó trámites de residencia para beneficiarios del parole y del programa de reunificación familiar. Aunque eso generó alarma, expertos aclararon que la Ley de Ajuste Cubano sigue en pie y no ha sido afectada.
Cubanos con documento I-94 o con solicitudes fuera de los programas creados por Biden pueden seguir aplicando. Pero quienes tengan un estatus provisional o estén esperando un asilo, enfrentan más obstáculos. La mayoría de los que ingresaron con I-220A no tienen una admisión legal formal.
En total, se estima que unos 70,000 cubanos llegados bajo el programa CHNV aún no han logrado regularizar su estatus. La eliminación del parole cierra una vía clave para ellos. La ley sigue, pero cada vez son menos los que pueden usarla.
