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Texto: Héctor García Torres
Varias jornadas han transcurrido desde que se dio a conocer el resultado de las elecciones en Venezuela, sin embargo, la nación sigue siendo noticia este fin de semana, porque millones de personas salieron a las calles convocados por la líder opositora María Corina Machado para exigir que se respete su voto.
Según el oficialismo chavista encabezado por Maduro los resultados de las elecciones dieron al presidente como ganador indiscutido. Los órganos electorales han dado 2 comunicados oficiales y en ambos aseguran que Maduro fue reelecto presidente con más del 51% de los votos, entonces ¿dónde han estado toda la semana los millones de venezolanos que supuestamente votaron por Maduro?
Las calles de Venezuela en todos y cada uno de los estados han sido llenadas por cientos y cientos de miles de venezolanos contrarios al gobierno, y de los partidarios de Maduro, ni rastro. Y claro, con qué moral saldrían si a su presidente se le acusa de uno.de los mayores fraudes electorales de la historia.
“Se va a caer”, “Maduro pa fuera”, y otros cánticos fueron entonados a lo largo de toda esta semana mientras los opositores y el pueblo en general desmantelaban carteles de Maduro y de la revolución chavista y también destruían estatuas de Chávez.
Quemaron también pancartas que alababan al socialismo que tanto les ha prometido y tan poco les ha dado, y quemaron banderas cubanas, porque de Cuba, afirmaron, había sido el ejemplo que los había sumido en la pobreza.
Y cuando algunos pensaron que se había acabado la energía, María Corina Machado hizo la gran apuesta: llamó a sus seguidores a las calles el fin de semana, y las imágenes que circulan en Internet dejan claro que pocas o ninguna movilización en Venezuela se puede comparar con estas manifestaciones masivas.
Para los relatores internacionales, analistas, y para gran parte de la opinión mundial, el pueblo venezolano ha hablado.
Ha hablado porque está en las calles pidiendo libertad a gritos, pidiendo que se vaya de una vez y por todas Maduro, y no son sólo algunas voces inconexas, son millones y millones de venezolanos que siguen en las calles porque María Corina, su líder, les dijo que la lucha “es hasta el final”.
Maduro, mientras tanto, sólo ha podido limitarse a invitar a un ring de boxeo a Elon Musk y ni siquiera ha pronunciado bien su apellido, a amenazar y a ordenar encarcelamientos y disparos contra la multitud. El perfecto ejemplo de la «democracia» que defienden él y quienes lo felicitaron por el paripé de las elecciones.
¿Puede gobernar Maduro en estas situación?, es la pregunta que muchos se hacen. En la práctica, a Maduro responden los órganos de poder y es el gobierno chavista el que tiene en sus manos la ley y el ejército. Pero al pueblo venezolano no lo gobierna.
Para muchos analistas, el problema es que a Maduro no le importa y no cederá el poder, como tampoco lo hizo Chávez ante las protestas de hace años a pesar de haber prometido en televisión nacional que se marcharía en cuanto el pueblo se lo ordenara. Pero claro, cuando Chávez dijo eso todavía no era presidente, y al fin y al cabo nunca se fue sino que murió con el poder, y salvando las distancias, por ese camino anda Maduro.
Con razón los venezolanos quemaron banderas cubanas, Maduro ha seguido al pie de la letra el manual isleño, incluso para las amenazas de ríos de sangre en las calles y para las detenciones de manifestantes. Nadie sabe a ciencia cierta qué depara el futuro para Venezuela, lo que sí saben todos, menos Maduro al parecer, es que el pueblo ya no es chavista y que se le acabó el tiempo para prometer y no cumplir.
