Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Captura de Video | Vatican News
Este domingo, el Vaticano reveló las primeras imágenes de la tumba del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años, quien descansa ahora en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. La lápida, sencilla y sobria, lleva inscrito únicamente el nombre «Franciscus», acompañado de una rosa blanca bajo un crucifijo, iluminada por una cálida luz.
La elección de la rosa blanca no fue un detalle decorativo. Según explicó la Santa Sede, esta flor acompañó toda la vida espiritual de Jorge Mario Bergoglio.
Tanto desde su época como arzobispo de Buenos Aires hasta sus últimos días en la residencia de Santa Marta, Francisco recurrió a Santa Teresa de Lisieux —»Teresita»— para encomendar sus dificultades personales y las de la Iglesia.
Alrededor de 400 mil personas asistieron a su funeral celebrado en la Plaza de San Pedro, una ceremonia solemne que contó con la presencia de líderes internacionales como Donald Trump, Sir Keir Starmer, el Príncipe Guillermo y Volodímir Zelenski.
Después, en una ceremonia privada, el féretro fue trasladado a Santa María la Mayor, cumpliendo así el deseo expreso del pontífice de tener un entierro sencillo y sin ostentación.
Recordemos que Francisco es el primer papa en ser enterrado fuera del Vaticano en más de 120 años. El testamento que dejó especificaba que deseaba reposar «en la tierra, sin decoración particular», confiando su memoria únicamente a la fe en Cristo y al amor de los fieles.
La rosa blanca que ahora reposa sobre su tumba ya había sido, en vida, su señal de esperanza. El propio Francisco relató en el libro El Jesuita que, cada vez que pedía una gracia a Santa Teresa, recibía como confirmación una rosa blanca. Así ocurrió al inicio de su pontificado, durante una vigilia por la paz en Siria, y también tras su última hospitalización.
Santa María la Mayor, a apenas tres kilómetros del Vaticano, era uno de los lugares más queridos para el papa argentino. Allí rezaba antes de cada viaje y agradecía al regresar. Ahora, es el sitio donde miles de fieles acuden para despedirse de un pontífice que marcó una huella por su compasión y su sencillez.