Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
En 2024, el 100 % del arroz vendido en las bodegas cubanas fue importado, un escenario que se prevé se mantenga en el presente año según declaraciones a la prensa de Orlando Linares Morell, presidente del Grupo Agrícola del Ministerio de la Agricultura (Minag).
El directivo explicó que el pasado año el arroz cosechado en el país solo tuvo participación en los mercados, en las ferias y en algunos destinos del Ministerio de Comercio Interior.
Linares Morell destacó que en los últimos años los resultados han descendido dramáticamente debido a la falta de insumos y de combustible para respaldar las plantaciones.
En 2024, por ejemplo, la producción solo alcanzó alrededor de un 30 % de lo alcanzado en 2018, cuando se sembraron 150 mil hectáreas y se obtuvieron 304 mil toneladas de arroz consumo de las 700 mil toneladas del cereal que el país necesita.
A partir de ese año la actividad arrocera sufrió un decrecimiento considerable, con niveles de siembra y producción muy bajos, con un descenso que se contuvo en 2024, aunque con resultados muy por debajo de las necesidades y potencialidades.
El presidente del Grupo Agrícola apuntó que en el pasado calendario se sembraron 79 mil hectáreas y se obtuvieron unas 80 mil toneladas de arroz consumo.
Linares Morell comentó que el cultivo del arroz requiere un paquete tecnológico que el país no dispone, lo que ha repercutido en la disminución de la producción y de los rendimientos
“Mientras en 2018 registramos rendimientos de cuatro toneladas por hectárea, el año pasado no llegamos ni a dos. Todo fue prácticamente sin insumos”, dijo. Para el 2025, a decir del directivo, los planes son alcanzar las 100 mil hectáreas y obtener unas 100 mil toneladas del grano.
“El año pasado terminamos en 1,7 toneladas por hectárea y, para este, hemos planificado 2,2”, mencionó al referirse a los rendimientos.
Una mirada a la producción de arroz en Cuba
El cultivo del arroz comenzó en la Isla a mediados del siglo XIX con resultados muy discretos, una situación que comenzó a revertirse en la década del 50 gracias a los créditos ofrecidos por el Banco de Fomento Agrícola e Industrial (BANFAIC) a los productores de arroz.
Antes de 1959 prácticamente todo el arroz que se cosechaba en Cuba lo hacían empresarios y campesinos cubanos, sin embargo hacia finales de los años 50 la producción disminuyó debido al mal manejo hidráulico, la existencia de plagas de insectos y los insuficientes conocimientos técnicos.
Según Miguel Alejandro Figueras, Premio Nacional de Economía 2007, a inicios de los 60 la producción arrocera continúo decreciendo debido, en gran medida, a la decisión del Gobierno cubano de favorecer la ganadería e iniciar la producción de soya en tierras arroceras.
Entre 1966 y 1976 se invirtieron grandes cantidades de recursos para incrementar la producción nacional de ese cereal lo que se tradujo en un salto cuantitativo de la producción. De 55 mil toneladas obtenidas en 1965, en 1989 llegaron a ser 536 mil.
Tras la caída de la URSS el panorama se revirtió drásticamente y entre 1989 y el 2000 la producción arrocera mermo un 43%, retrocediendo hasta el nivel de 30 años atrás.
En el año 2009 se reiniciaron las inversiones en maquinaria agrícola, se recuperaron secaderos y molinos, se trabajó en la construcción de silos metálicos para el almacenamiento de arroz y se elevó el precio de compra del grano a los productores. En 2011 se aprobó el Programa de Desarrollo Integral del Arroz en la etapa 2012-2016, logrando un incremento en las producciones.
Proyecciones y precio del arroz en Cuba
Con una alta demanda en el mercado minorista cubano y una dependencia total de la importación, el precio del arroz varía en dependencia de las tasa de cambio informal de divisas en el país y de la disponibilidad en el mercado. Tras mantenerse con un valor estable de 180 pesos cubanos aproximadamente, en el último mes este se disparó hasta alcanzar los 350 pesos, con una presencia escaza en los puntos de venta.
Según el Gobierno, con el objetivo de impulsar la actividad, actualmente se manejan varios proyectos de colaboración con naciones como Vietnam y China, se trabaja también en los negocios de inversión extranjera y existe la intención de establecer encadenamientos con las formas de gestión no estatal.
Para incrementar las producciones empleando menos insumos, combustibles y maquinarias, en 2024 más de 20 mil productores sembraron en las orillas de los ríos, las cañadas, las vegas y para 2025 se espera continuar creciendo, bajo la filosofía de sumar a muchas personas con pequeñas áreas.
Lo que llama la atención es que incluso con todos estos llamados y esfuerzos, el país tenga que importar tanto arroz.
