Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Cuba Noticias 360
Hace pocas horas dos casos de maltrato animal se reportaron en puntos diferentes de la capital, dejando como víctimas a un perro, cruelmente ahorcado, y un gato, asesinado a golpes por una mujer, esta última bajo la excusa que lo usaría para hacer una “sopa a sus hijos”.
En la noche de este martes, específicamente en la carretera Peñalver km 5 1/2 vía monumental y calle A, a una vecina del lugar se le escapó su perro cachorro raza Pitbull. El animal fue a parar a la casa del vecino más cercano y, según alega este, el perro le mató a sus tres gallinas.
En venganza, este hombre ahorcó al cachorro. Los dueños, al percatarse que el perro no estaba, comenzaron a buscarlo, cuando el vecino les avisó que lo fuera a buscar, que estaba en su patio “bien resguardado”. Una vez que llegaron, el hombre les señaló donde estaba el perro, amarrado por el cuello y ahorcado desde un árbol.
La usuaria Marvelis Melián Ramírez contó estos hechos desde sus perfil en Facebook, publicando una foto del implicado, para que la gente lo denuncie ante las autoridades policiales. Se llama Guillermo López.
Por otra parte, desde la página de Facebook «Protección Animal SOS – PASOS» se publicó un video donde se muestra cuando una mujer mata a golpes a un gato, alegando que le haría «una sopa a los niños, una sopa a Luisito», declara un reporte de CiberCuba.
Aunque la ciudadana reflejó que había traído al gato muerto, en el material se ve cómo golpea varias veces contra la acera, mientras el animal luchaba por su vida.
La plataforma, ante el hecho, exigió justicia por este «acto de crueldad extrema contra un ser indefenso», cometido por Ana Selena Martínez López, residente en Casa Blanca, Animas #72, entre San Antonio y San Ambrosio, denunciaron.
A esto, le sumaron: «Esto no es un hecho aislado, es un reflejo de la impunidad que muchos agresores de animales han disfrutado en Cuba. La Ley de Bienestar Animal existe, pero, ¿de qué sirve una ley si no se aplica con el peso que corresponde? No podemos seguir permitiendo que los actos de tortura contra animales queden impunes o sean castigados con penas simbólicas, ridículas, que solo fomentan la repetición de estos crímenes”.
