Foto: Archivo CN360
Texto: Hugo León
Primero, un enorme cargamento de sacos de arroz, luego, cientos de cajas de cigarros, y ahora un importante lote de café. En los últimos meses, han sido varios los decomisos de la policía ante el trasiego y venta de productos de origen no esclarecido en la isla.
El último de los casos fue precisamente el de más de 30 sacos de café semi limpio que eran transportados en un tractor sin documentación que justificara su legalidad.
El hecho ocurrió en Santiago de Cuba, en el municipio Tercer Frente. Los sacos estaban siendo trasladados en la localidad de Arroyo Rico, cuando la Policía interceptó al chofer.
Santiago de Cuba es una de las principales provincias productoras de café en la isla, de ahí que este tipo de hechos suceda si las autoridades no toman control sobre los procesos de carga, descarga y transporte del grano.
Entretanto, en el mercado informal cubano, liderado por sitios de compraventa como Revolico, un paquete de café de menos de 300 gramos puede costar hasta mil 600 pesos. En el caso del café Cubita, 230 gramos se vende por mil 500 y el Café La Llave se comercializa en mil 600. El café Guantanamera se vende en mil 200 y el saco de café en grano listo para moler prácticamente ha desaparecido de las ofertas.
Cuba, que llegó a ser uno de los principales productores de café del mundo, actualmente tiene dificultades para entregar incluso el que da por la cuota cada mes. También en este contexto de escasez y de necesidad, las ilegalidades se han vuelto más comunes.
Por otra parte, aunque el Gobierno no es capaz de llevar a la bodega el café de la población, en el último lustro Cuba ha lanzado cinco variedades de café de exportación, lo cual ha sido ampliamente criticado por los cubanos de a pie.
