Collage: RRSS
Texto: Hugo León
Decenas de diplomáticos expulsados; estadísticas sin sentido; rotos todos los pronósticos y también reglas durante las elecciones por un organismo que respalda al gobierno; casi nulo reconocimiento internacional y miles de policías en las calles… las elecciones de Venezuela no parecen el ejemplo de democracia que vendió Maduro, sino el robo del siglo, coinciden muchos.
Lo que ocurrió en Venezuela este domingo, y los acontecimientos que siguen robándose los titulares de todos los periódicos, no son fruto de la casualidad: el chavismo ha tenido 25 años en el poder para arreglar la nación como prometió, y sin embargo no sólo ha incumplido, sino que también se niega a “soltar el mando”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aseguró que el presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones con el 51,20% de los votos y lo proclamó presidente electo, mientras que la líder opositora venezolana María Corina Machado y el candidato presidencial Edmundo González se negaron a reconocer el resultado.
“Venezuela tiene presidente electo y es Edmundo González Urrutia y todo el mundo lo sabe”, declaró Machado, que de hecho no pudo presentarse como candidata porque el CNE la invalidó y para colmo impidió la inscripción también de su sucesora, Corina Yoris.
Maduro pierde el apoyo de la izquierda internacional
Sólo el grupo de siempre: Cuba, China, Rusia e Irán felicitaron a Maduro. Como era de esperarse, la derecha latinoamericana lo fustigó y llamó traidor, golpista y ladrón, pero la sorpresa la dio la izquierda.
Dos cimientos de la izquierda regional también se desligaron del chavismo: Lula pidió “una verificación imparcial de los resultados”, y Alberto Fernández, expresidente argentino, reveló que le habían retirado la invitación a ser observado del proceso.
Por su parte, Gabriel Boric, socialista y presidente de Chile, señaló en un comunicado que “el régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer”.
El presidente exigió además total transparencia y aseguró que Chile no reconocerá ningún resultado que no sea verificable.
Tampoco lo aceptan España, Alemania, Estados Unidos, Brasil, Portugal, Ecuador, Italia, Uruguay, El Salvador, Colombia, Panamá, Perú, Paraguay, Argentina y al menos otra treintena de naciones. Maduro, en respuesta, ha expulsado ya a varios diplomáticos a la vez que llena las calles de militares.
Ni Corina ni Edmundo llamaron al pueblo a salir a las calles, pero de las calles no se han marchado miles de personas que, con los ánimos caldeados, han enfrentado incluso a las formaciones militares del gobierno.
Las protestas han retirado banderas cubanas y derribaron también una estatua de Chávez en la plaza que lleva el nombre del ex mandatario. Suman decenas de miles los venezolanos en las calles exigiendo que se respete el voto popular y la salida de Maduro.
Por otro lado, Maduro suspendió las relaciones con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay y ordenó retirar a todo el personal diplomático de esas naciones en territorio venezolano de forma inmediata.
