Texto: Hugo León
Foto: Archivo CN360
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (Mtss) emitió una instrucción que prohíbe la entrega de los documentos acreditativos para ejercer el trabajo por cuenta propia hasta que la persona interesada presente el contrato que certifica su cuenta bancaria fiscal.
El funcionario de la Oficina de Trámite, para entregar una licencia, ya sea por un nuevo proyecto de trabajo o una modificación del existente, deberá constatar que el sujeto posea el contrato emitido por el banco de la apertura de su cuenta bancaria fiscal o la tarjeta magnética correspondiente, cuyos primeros digitos comienzan con 9212 o 9213.
También deberán cancelar los proyectos para el ejercicio de la actividad cuando las autoridades facultadas lo soliciten debido a la no operatoria de la cuenta bancaria fiscal.
«Así como depurar la base de datos cancelando los proyectos cuyo titular no se ha presentado a recoger la documentación y ha transcurrido el tiempo establecido», añade.
El texto señala que cuando se cancelen proyectos a solicitud de las autoridades facultadas, debe ocuparse la documentación que lo acredita como TCP e informar de inmediato a la inspección para que compruebe el cierre de la actividad, temporal o definitivamente, según se haya dispuesto.
La instrucción, firmada el 24 de abril último, está dirigida a directores provinciales y municipales de Trabajo y Seguridad Social, jefes de departamentos de Empleo No Estatal, funcionarios que laboran en las oficinas de atención al trabajo por cuenta propia y jefes de Oficinas de Trámites subordinadas a los consejos de administración municipal.
Esta medida responde al proceso de bancarización que intenta impulsar el país, para lo cual han desarrollado varias acciones, hasta la fecha sin los resultados esperados.
Según el gobierno de la Isla, la implementación de la bancarización permitirá una mejor actuación ante actividades ilícitas como lavado de activos y prevención de delitos; restituir la reserva de dinero en efectivo e ir disminuyendo la impresión de billetes, con el consiguiente ahorro de divisas.
Además, elimina la necesidad de manipular efectivo para realizar pagos a cualquier actor económico, contribuye al ordenamiento de las relaciones de cobros y pagos entre todos los sectores de la economía y permite un mayor control fiscal.
A pesar de que en los países desarrollados el uso de pagos electrónicos ha demostrado su eficacia, en Cuba, con una infraestructura tecnologica deficiente, falta de control en los sistemas y una población envejecida que no se encuentra familiarizada con las nuevas tecnologías, avanzar en la bancarización ha supuesto un gran reto.
El gobierno de la Isla presiona cada vez más para que los negocios privados empleen estás alternativas, sin embargo, hacerlo limita sus posibilidades de evasión fiscal y afecta las compras de suministros en el mercado negro, por lo cual evitan a toda costa su utilización.