Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
La crisis alimentaria cubana sobrepasa los ámbitos de la mesa familiar y se extiende también a los sectores productivos. Según reportes de medios no estatales, entidades gubernamentales debieron sacrificar más de 50 mil gallinas porque no tienen cómo darles de comer.
En declaraciones al medio no estatal 14 y Medio, una fuente de la Empresa Avícola de Holguín apuntó que la dirección de la entidad tuvo que tomar la decisión de sacrificar no menos de 54 mil gallinas ponedoras porque no podían alimentarlas.
“Las sacrifican porque en Holguín no hay comida”, dijo la fuente en condición de anonimato.
Asimismo, explicó que la matanza de los animales comenzó hace varias semanas pero tuvo que ser detenida porque la línea productiva del matadero se descompuso. La avería se arregló y el plan para deshacerse de las gallinas ya sigue en acción.
“No hay reemplazo, las están sacrificando sin contar con la gallina de repuesto”, indicó el entrevistado.
Cuba atraviesa una difícil crisis en casi todos los sectores, y la Empresa Avícola de Holguín no escapa a esta realidad. Sin los insumos necesarios, sin capital para ejecutar inversiones ni modernizar el sitio, y sin fuentes de ingresos reales en moneda dura, los resultados de la empresa van de mal en peor.
En el transcurso del último lustro, por ejemplo, la Empresa Avícola de Holguín pasó de producir más de 426 mil huevos diarios y abastecer dos provincias, a sacrificar aves por falta de pienso y alimento en general.
El ejemplo de la empresa se repite en sus similares a lo largo de la isla y, de acuerdo con datos oficiales, a causa de la crisis y de la mala gestión, hace un año Cuba produce menos de la mitad de los huevos que en 2019.
En más de una ocasión, los directivos han sostenido que la disminución se debe en gran medida a la falta de financiamiento para comprar pienso. Pero mientras esto sucede, el presupuesto cubano para el 2024 prioriza las actividades relacionadas con el turismo y con la construcción de facilidades para este sector.
Como consecuencia, Cuba no solamente se ha quedado con los hoteles vacíos, sino también sin gallinas ni huevos, y estos últimos deberá importarlos.
