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Texto: Fede Gayardo
El Vaticano informó que el próximo sábado 26, a las 10:00 a.m. (hora de Roma), la Plaza de San Pedro acogerá la ceremonia fúnebre del Papa Francisco, exactamente seis días después de su muerte.
Antes del oficio, el ataúd permanecerá a la vista en el interior de la Basílica de San Pedro, donde cardenales y fieles podrán despedirse del pontífice.
En cuanto a la misa, se conoció que estará a cargo del cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales, cuyos integrantes serán los responsables de elegir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio.
Medios de prensa internacionales recuerdan que este intervalo de seis días entre la muerte y el funeral ha sido igual al protocolo seguido tras el fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI.
Por el momento, se espera la presencia de miles de asistentes, incluidos jefes de Estado y dignatarios, estimándose que los asistentes podrían superar las 50 000 personas que asistieron al sepelio de Benedicto XVI en 2023, e incluso acercarse a las 300 000 de Juan Pablo II en 2005.
Entre los mandatarios confirmados hasta este momento figuran Javier Milei, presidente de Argentina, con quien el ahora difunto pontífice había tenido desencuentros sobre políticas económicas.
Además, asistirán Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil; Emmanuel Macron, de Francia; Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido; Olaf Scholz, canciller alemán saliente; Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania; y Donald Trump, mandatario de EE.UU.
La Santa Sede ha anunciado además que la liturgia seguirá las pautas establecidas en el libro “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, revisado el año pasado por el propio Francisco para reflejar su deseo de un funeral “de un pastor y discípulo de Cristo”, en lugar de un ceremonial que exalte el poder terrenal.
De acuerdo con su testamento, Bergoglio pidió una tumba “sencilla”, sin adornos, con la inscripción “Franciscus”, y que su cuerpo reposara en la Basílica Papal de Santa María Mayor.
Tras el funeral en San Pedro, sus restos serán trasladados a ese templo para cumplir su última voluntad y unos días más tarde se convocará el cónclave en la Capilla Sixtina.
Como se ha comunicado, sólo los cardenales menores de 80 años podrán votar, y el proceso, que combina elementos religiosos y políticos, suele prolongarse entre dos y tres semanas a partir del decimoquinto día tras la muerte del pontífice.
