Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RRSS
Un incendio desató el pánico en Playa Cunagua, en el municipio de Bolivia, Ciego de Ávila, en la tarde de ayer 15 de marzo de 2025. El fuego, que comenzó en pleno colapso energético, se extendió rápidamente y mantuvo en vilo a los habitantes de la zona hasta bien entrada la noche.
Vecinos de la comunidad compartieron imágenes y videos en redes sociales, mostrando la magnitud del desastre. En medio del apagón general que afectaba al país, las llamas iluminaban el cielo nocturno, mientras las personas intentaban salvar lo poco que podían de sus hogares.
En esta playa del norte avileño residen un centenar de familias, muchas de las cuales ya habían vivido una tragedia similar en el pasado. «Otra vez nos quedamos sin nada», lamentaron algunos pobladores, recordando el incendio que, hace dos años, redujo a cenizas 18 viviendas de la localidad.
En aquella ocasión, el siniestro se originó en un fogón de leña, cuando un grupo de vecinos preparaba una caldosa. Las llamas se propagaron con rapidez, consumiendo casas de madera y techo de guano. La historia parece repetirse en una comunidad donde el acceso a materiales de construcción resistentes sigue siendo limitado.
El fuego no solo dejó pérdidas materiales, sino también un sentimiento de impotencia entre los afectados. Sin electricidad ni recursos suficientes, la comunidad enfrentó el siniestro prácticamente a ciegas, dependiendo únicamente de la solidaridad de los vecinos y la escasa ayuda disponible en la zona.
El caso de Playa Cunagua es un reflejo de la vulnerabilidad en la que viven muchas comunidades cubanas. La falta de infraestructura adecuada, unida a la crisis energética y el abandono gubernamental, agrava la situación de miles de familias que, ante cada nuevo desastre, deben empezar desde cero sin garantías de una solución duradera.