septiembre 17, 2024
29.2 C
Havana

¡La Recarga más barata aCuba! 😍

Recarga los Planes MIXTOS para Cuba: Natural, Maquinita y ¡Divino! hasta 20 GB + 165 min + 160 SMS!

Recargar ahora

Camila Rivero Caso: «Me gusta decir que soy una ‘manipuladora profesional'»

Fotos: Cortesía de la entrevistada

Texto: Alejandro R.

Camila Rivero Caso es una joven artista que está conquistando espacios en Madrid con su voz, ese instrumento mágico que usa para seducir y, como ella misma dice, “manipular” desde una profesión cautivadora.

Su historia en las artes quizás comenzó cuando tenía 3 años y junto a su madre hizo de oruga del bosque en una obra del Teatro Guiñol de La Habana. Pero la verdad es que el arte lo tiene en sangre, le viene de cuna por ambas partes de su familia.

A su madre, la reconocida actriz Katia Caso, la conocen todos en Cuba; su padre, Néstor Rivero, fue actor de teatro y cine por años en la isla, hasta que emigró en 1993 a Chile. Por esa línea le viene la música, de su tío Juan Carlos Rivero, tecladista, vocalista y compositor, pero la casta se extiende y la lista de artistas es bastante amplia en esa familia.

Camila comenzó su formación en Cuba, con el piano clásico como instrumento. Luego de varios años en Ecuador decidió regresar a la isla a estudiar Ópera en el Palacio Lírico Nacional.

Ahora vive en España, el mismo destino que escogió su madre. Su llegada en medio de la pandemia de Covid-19 fue difícil, pero su empeño y conocimientos se impusieron. Camila cantó en la plaza Callao de Madrid, en la calle, y esa experiencia le abrió muchos caminos. Hoy tiene su propio negocio académico y colabora con importantes orquestas locales.

Cuba es uno de los temas que más le duele, pero la actividad creativa, desde la individualidad, está segura que puede hacer el cambio. Su voz es también su arma y con ella invita a todos a vivir juntos una experiencia única cada vez que pisa un escenario.

Desde Madrid, Camila le abrió las puertas a Cuba Noticias 360 para que, entre tiempos dilatados y trabajo constante, sepamos un poquito más de ella como actriz y como cubana.

¿Cuándo surgió tu inclinación por las artes, específicamente por la música? 

Se puede decir que lo llevo en la sangre, mi familia son en su mayoría artistas escénicos, músicos, actores, etc. Desde pequeña fui expuesta a mucha música, cine y teatro. 

Sin embargo, debo reconocer que la música de Disney fue la primera que me inspiró a dedicarle la vida laboral; recuerdo que mi primera audiencia fue mi hermana pequeña, Carolina, a quien dormía cantando sus favoritas de Disney y desde entonces quedé adicta al canto.

La prueba de fuego fue cuando mi madre me llevó a las pruebas de aptitud del instrumento de piano clásico en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y en la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, yo lo recuerdo bien, porque vi unas filas gigantes de niños que, según escuché rumorar, eran hijos e hijas de grandes músicos cubanos, yo tenía 5 años pero me hacía cargo de la tensión en el ambiente. Al quedar seleccionada en ambas escuelas de música, empecé a ir a las dos por unos meses y luego me quedé estudiando en la ENA solamente.

¿Por qué decidiste que fuera el canto lírico?

La primera vez que vi ópera en vivo no lo recuerdo, era pequeña. Lo que sí recuerdo es haber ido a un concierto de la banda de metal Nightwish cuando tenía 14 años y vivía en Ecuador. El estilo de esta banda es hardcore metal pero con una vocalista lírica, en este caso, una soprano. 

Recuerdo haber escuchado el dúo del “Fantasma de la Ópera” en estilo rock y haber pensado en todas las posibilidades de la voz lírica, ese día me empezaron las ganas de estudiar la técnica y ese mismo año estaría regresando a Cuba, entre otras razones, a estudiar el Técnico Medio en el Palacio Lírico Nacional, donde reconocidamente trabajaban varios de mis familiares.

Camila Rivero Caso 2

Viniendo de una familia de artistas el arte te viene en sangre…¿Cómo fue crecer entre artistas tanto por parte de madre como de padre?

Al crecer entre artistas, tuve el privilegio de estar expuesta a cualquier cantidad de arte, desde cine, teatro, ópera, ballet, música clásica y contemporánea, hasta las artes plásticas y la literatura fueron siempre conversadas y discutidas a menudo en casa. Todo esto me ha dado una visión del mundo enfocada al arte y sus perspectivas.

De mi familia materna aprendí mucho de actuación, literatura y artes plásticas, luego por el lado paterno viene toda la parte musical, sea instrumental o vocal, la gran mayoría fueron y/o son músicos.

¿Algún recuerdo especial de ellos o de alguno en específico durante tu infancia?

Tengo suficientes recuerdos como para llenar una trilogía, especialmente porque mi madre solía hacer fiestas en casa, de las que tengo recuerdos muy especiales como los trucos de magia de Max Alvarez (QEPD), los monólogos y poemas recitados por Dianelys Brito o Brocelianda Hernandez (QEPD), las historias del día de mi nacimiento, contadas con orgullo por María Isabel Díaz Lago cada vez que me notaba más grande.

En especial, quizás, recuerdo haber estado participando, creo que tenía apenas 3 años, en una obra de teatro infantil en el Teatro Guiñol con mi madre que hacía un personaje de princesa. Ella siempre cuenta que no se le olvidará haber estado en una pata del escenario cuando a un personaje se le cae un objeto de una carretilla en el escenario. Confiada entré yo al escenario desde el lado opuesto, para el pánico de mi madre, como si se hubiera marcado siempre, a recoger el objeto, devolverlo a la carretilla y salir por donde mismo entré a esperar mi correspondiente entrada, mi personaje era una oruga del bosque.

¿Cómo fue tu formación musical?

Mi formación musical comenzó en Cuba, como ya mencioné, en la ENA con el piano clásico como instrumento. Más tarde estudié idiomas en un Colegio Trilingüe en Ecuador, me dio buenas bases de Inglés e Italiano que me sirvieron al regresar a estudiar Ópera al Palacio Lírico Nacional.

Allí pasé por varios profesores y aprendí las bases del canto lírico; dichas bases me sirvieron de trampolín para quedar seleccionada en la Escuela Moderna de Música, donde me titulé como Licenciada en Artes Musicales y conocí, gracias a una masterclass, a mi profesora titular Cristina Gallardo-Domas, quien me terminó de asentar los conocimientos técnicos, además de abrirme muchas puertas al mundo de la ópera en España.

Llevas mucho tiempo viviendo en España…¿Consideras que es difícil para los cubanos realizarse profesionalmente aquí?

Realizarse en un país nuevo es difícil en cualquier circunstancia, hay que tener muchísima paciencia y pagar el noviciado. Por ejemplo, yo estuve un semestre cantando en la plaza Callao de Madrid, en la calle, para eso debes pedir un permiso gubernamental y cumplir las condiciones estipuladas de horario, mapas y decibeles. La exposición a cantar en la calle me llevó a colaboraciones con orquestas y otros músicos y cantantes, poco a poco se van generando redes y relaciones laborales.

Camila Rivero Caso cantante cubana

¿Cómo ha sido entonces para ti empezar en España?

Mi perspectiva en este aspecto es algo sesgada, ya que casualmente me mudé a España en enero del 2020, apenas unas semanas antes que cerrara el mundo por la pandemia. 

Fueron un par de años difíciles para todos, y los músicos no teníamos dónde ni cómo trabajar, personalmente logré salir adelante gracias a las clases de canto online, que me permitieron armar mi propio negocio académico. Hoy en día puedo trabajar para mí misma y cuento con muchos alumnos. 

Si tuvieras que elegir algún trabajo o personaje que más te haya enamorado en tus años como soprano, ¿cuál sería?

Curiosamente me vienen a la mente los trabajos de Teatro Musical que he hecho, más que los de ópera; disfruté mucho hacer “Jesucristo Superstar” en Cuba en el 2008 y “Dancing Queen” (musical de “Mamma Mía”) en Chile en el 2013, aunque si tuviera que elegir un personaje favorito, éste sería Violetta Valery de “La Traviata”, aún no la hago completa.

¿En qué proyectos te encuentras inmersa por estos tiempos?

Además de dedicarme fuertemente a la docencia, y de colaborar con algunas orquestas locales como la Orquesta Concertante de Madrid y la Orquesta Sinfónica Euroamericana, formo parte del elenco fijo de una obra original que combina el cine con la Ópera y la Zarzuela en vivo. Es un proyecto muy innovador y prometedor, las funciones fueron en agosto de este año en el Teatro Amaya, de Madrid.

A pesar de vivir fuera de Cuba hace muchos años te mantienes muy conectada con la isla… ¿Cómo ves a Cuba ahora mismo?

La situación en Cuba me parece tan dolorosa como siempre, tan dolorosa como la crisis de los 90’s que enmarcó mi infancia, tan dolorosa como estar obligada a arrancarte tus propias raíces de los pies para poder salir a inventar alas, tanto como el impacto del tornado, de la pandemia, la explosión del Saratoga, en fin, duele, no importa cuánto tiempo lleves fuera.

¿Crees que la comunidad artística fuera de Cuba puede ayudar a que mejore la situación del país?

Cuando pienso en lo que puede hacer la comunidad artística fuera del país, me vienen a la mente las palabras del afamado autor teatral Jonathan Larson: “Lo opuesto a la guerra no es la paz, sino la creación”. 

Me gusta esa frase porque reconoce el poder de la actividad creativa, que es la especialidad de los artistas y del cubano en general, la creatividad y la invención. Es entonces nuestra responsabilidad impulsar el péndulo histórico para el otro lado, creando, inventando, cada uno desde su lugar, pero con honestidad, valor y vulnerabilidad.

Camila Rivero Caso cantante cubana

Eres una artista de la voz…¿Cómo la definirías siendo tu medio de trabajo? ¿Qué poder tiene la voz?

El poder que tiene la voz es frecuentemente subvalorado. A mi me gusta decir que soy una “manipuladora profesional”, lo que suena incómodo para algunos, pero la manipulación, así como el dinero y el poder de influencia, por sí solos, no son malos, tienen el potencial de hacer daño así mismo como de sanar, depende de cómo se use.

Cuando me subo al escenario, el público sentado frente a mí, me paga para que les manipule emocionalmente por el tiempo que me estén escuchando, quieren sentir conmigo la tristeza, el luto, las alegrías que vivimos todos juntos a través de los personajes y la música, es una forma muy hermosa de comunicación humana y no la cambio por ninguna otra.

Si te digo Cuba…¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

Imágenes sueltas, el mural de la artista plástica Marta Arjona, en la casa donde crecí en Miramar; las palmas y flores marpacífico por toda la ciudad; el olor a café recién colado; el sonido de la percusión cubana; la playa; el sol que raja las piedras; el atardecer en el Malecón; el sonido de las trompetas y trombones cerca del Prado y una sensación generalizada de “magia” en el ambiente, como en el escenario, cualquier cosa puede pasar. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí