Foto: RRSS
Texto: Hugo León
Las autoridades cubanas atraparon a un enfermero del servicio de urgencias del Hospital Abel Santamaría Cuadrado en Pinar del Río mientras salía del centro con medicamentos e insumos robados para su posterior venta en el mercado negro.
El sorprendido fue identificado como Jonail Piña Plasencia, y junto a él fue arrestada la ciudadana Mayisney Hidalgo Barrios, acusada como cómplice del enfermero por dedicarse a vender los insumos.
Piña Plasencia habría estado desviando estos materiales médicos durante sus turnos de guardia, según reportes divulgados por fuentes cercanas al Ministerio del Interior (Minint) en Pinar del Río.
El cargamento incautado incluye diversos materiales esenciales para la atención hospitalaria, como ámpulas y bulbos inyectables, cajas de cremas, jeringas y blísteres de pastillas.
En Cuba, donde el acceso a los medicamentos se ha convertido en una tarea titánica, proliferan actualmente los vendedores de insumos de todo tipo mientras la población se pregunta cómo llegan estos productos al mercado negro y no están disponibles en los centros de salud.
La aguda crisis económica que vive el país ha devenido también en crisis de valores, y el robo en los hospitales y centros asistenciales de todo tipo es un problema recurrente.
Hace apenas unos días fue arrestado en Holguín otro ciudadano cubano por posesión ilegal de medicamentos controlados, y en Manzanillo, Granma, ocurrió lo mismo en el mes de febrero.
En todos los casos anteriores, y también en el recientemente descubierto por las autoridades en Pinar del Río, los internautas llamaron la atención sobre la magnitud del asunto y lamentaron que la salud pública cubana padeciera la crisis que vive.
Esta situación de ventas ilegales, también reconocen, está motivada por el déficit de medicamentos en la isla. Si en los hospitales y farmacias no faltaran las medicinas, consideran muchos, no habría necesidad de comprarlos “por fuera”, a personas inescrupulosas que lucran con la necesidad ajena.