Foto: Xiomara Alsina/Escambray
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La polémica sobre los precios abusivos de los productos y servicios en Cuba ha seguido escalando, como era de esperarse ante el incremento —al parecer imparable— del precio del dólar en el mercado informal.
En esa espiral de nunca acabar, en la que solo disminuye estrepitosamente el poder adquisitivo del salario, los espacios físicos y virtuales de la isla se han convertido en un muro de las lamentaciones de los ciudadanos que no ven una luz al final del túnel de la inflación.
Si bien la molestia sube de tono alrededor de los precios establecidos por los llamados nuevos actores económicos —alias el sector privado—, peor resulta que sea el propio Estado cubano y sus sistema empresarial el que, amparado en el encarecimiento de las materias primas, eleve también los precios de sus bienes y servicios.
Semejante práctica, que muchas veces enmascara falta de eficiencia y plantillas todavía infladas en el sector estatal, echa por tierra el llamado de las principales autoridades del país, que instan constantemente a una cruzada contra los precios especulativos mientras sus empresas continúan sumando dígitos a sus ofertas.
Tal es el caso de los llamados coppelias diseminados a todo lo largo y ancho de la isla, que cierran por temporadas ante la escasez de leche para las elaboraciones y, cuando reabren, incrementan bruscamente los precios del helado sin que ello implique una mejoría en la calidad del servicio.
Así denunció hace apenas unos días la internauta Liz Lianet Gómez González en múltiples grupos de compraventa de Facebook que encontró a su paso: “Miren esto, el helado del coppelia de Sancti Spíritus es puro derretido y hielo, caballero, ¿adónde vamos a parar? Y a 35 pesos la bola. Lo de menos es lo que cueste, si lo despacharan bien. Venimos a comprar bola de helado, no agua de helado. ¿Hasta cuándo? ¡Yeyo, compadre!”.


Otros usuarios se han cuestionado a cómo venderán los propios trabajadores las tinas por la puerta trasera del coppelia espirituano, un negocio que es de público conocimiento en esa ciudad; y en qué eslabón del proceso el producto se derrite de esa forma.
De momento, pocos confían en que la Empresa de Productos Lácteos revise sus fichas de costo pensando “con cariño” en los consumidores; de ahí que la solución más expedita la den algunos usuarios bastante radicales en las redes: “Si te sientes estafada, sea en un negocio particular o en un establecimiento del Estado, devuelve el helado. Si todos nos plantáramos más seguido, seguro que otro gallo cantaría, y no precisamente en el estadio”.
Así es también en Artemisa,es un durofrio.
El gob creo la inflación ahora tiene que atajarla pq se está saliendo de madre
Pero si eres observador y ves las intervenciones de los componentes de la cúpula gobernante, en sus inproductivas y alardosas reuniones diarias, te darás cuenta de que son » más rollo que película «. Porque surgen y surgen MEDIDAS y MEDIDAS, y de RESULTADOS; nada.
Esto pone en ridículo al estado , porque se ve clara, su incapacidad de gestión económica y su devilidad para la satisfacción del bienestar del pueblo.