Texto: Darcy Borrero
Fotos: Página Oficial de Facebook Supercrónica Obsesión
Ayer el grupo de rap Obsesión, nacido y crecido entre lo más popular de La Habana, cumplió un cuarto de siglo de existencia.
Tal vez por eso, con toda confianza en la red de fans que han consolidado, escriben en su página: “Después no digas que no lo sabías… Muchos Raperos nos han enviado videos de Agradecimiento por nuestros 25 años…Sigue nuestra celebración para que todos los días, justo al atardecer, disfrutes de estos videos”.
No obstante, explica que desde el surgimiento de Obsesión, enmarcado en ese contexto, “un distintivo estilo definió las maneras de decir y hacer de los artistas, caracterizada por un amplio dominio del espacio escénico en sus presentaciones donde la individualidad o el diálogo es expresión de las particulares inflexiones de la oratoria de ambos integrantes, que permiten y obligan a la escucha e interpretación de sus mensajes, a lo que se añade la sutil representación cuasi teatralizada que enriquece la narrativa con la que asumen problemáticas de la cotidianidad nacional o universal”.
Entre los temas centrales del discurso de Magia y Alexei, ocupan un lugar preponderante la racialidad, el machismo, la prostitución de sello cubano, la historia y las raíces culturales y religiosas.
Para Hernández Baguer el grupo explora “bases musicales que rejuegan con sonoridades propias de la rítmica del rap más ortodoxo, enriquecidas por el uso inteligente de la música cubana u otros géneros del panorama musical internacional”.
Hasta este punto en que se encuentra, celebrando sus 25 años, el grupo ha experimentado varios cambios (en el formato, la dirección de sus textos, y quizás algunos conceptos estéticos en cuanto a los modos del lenguaje y su estructuración) pero, dice Hernández Baguer que su esencia inicial la mantienen.
“De ahí vienen saliendo sonoridades atrapadas con oído fino, hacia otros giros rítmicos e influencias en la música y la palabra y situaciones que delimitan la obra de Obsesión en un espacio donde no hay otros, y donde los cánones más clásicos del Rap se asumen par acentuar la particularidad de un trabajo con pretensiones serias”, resalta la autora.
A pesar de su evidente calidad musical, este grupo no goza de toda la popularidad que podría tener. No obstante, sus presentaciones —previas a la pandemia de COVID-19— en espacios como Cubapoesía y el Pabellón Cuba no pasan inadvertidas y atraen a un público joven que se complementa con otro, ya fidelizado, que los sigue a donde vayan.
Un dato adicional es que en la Universidad de La Habana, la fallecida profesora Isabel Moya, incluía temas de Obsesión como parte del programa de estudios para analizar con perspectiva de género. Moya lo exponía como ejemplo de buenas prácticas en el tratamiento y representación en el audiovisual musical de la mujer, particularmente de la mujer racializada.