Texto: Hugo León
Foto: RL Hevia
Más de mil medios de transporte se han vendido en Cuba desde que entró en vigor la Política de transmisión de la propiedad de vehículos de motor, remolques y semirremolques, su comercialización e importación el 1 de enero de 2025.
En declaraciones a la prensa estatal de La Habana durante la III Feria Internacional de Transporte y Logística, se puntualizó que en esa cifra se incluyen carros ligeros y motocicletas.
Según Eduardo Rodríguez Dávila, ministro cubano del sector, el Decreto 119/2024 y sus normas complementarias, sobre la transmisión de propiedad a personas jurídicas y naturales interesadas en adquirirlos, es una muestra del interés del Estado cubano de regularizar y ordenar este tipo de mercado.
Los montos monetarios fruto de la comercialización se destinarán al mejoramiento del transporte público, aseguró el funcionario.
El capital recaudado en dólares, en otras divisas y en pesos cubanos, añadió, sirven para la adquisición y reparación de ómnibus, y un ejemplo son los 170 que actualmente se rescatan y serán destinados a La Habana.
Rodríguez Dávila señaló la nueva política ha permitido un ordenamiento del sistema tributario con beneficios de los vehículos colectivos sobre los individuales, de los eléctricos sobre los de combustión, y de los producidos por la industria nacional respecto a los que completamente se importan.
El ministro comentó que se han ido ampliando las marcas y modelos que se ofertan, y a los proveedores se les exige que garanticen piezas y agregados para el mantenimiento de los vehículos, más allá del servicio de postventa.
Nueva política, ¿nuevas oportunidades?
Desde el primero de enero de 2025 está vigente la Política de transmisión de la propiedad de vehículos de motor, remolques y semirremolques, su comercialización e importación en Cuba.
Antes de su entrada en vigor cualquier persona podía importar directamente, como equipaje no acompañado o envío, ciclomotores o motocicletas eléctricas sin límites de potencia y remolques ligeros de hasta 750 kg de carga, con aranceles en pesos cubanos.
Ahora, se mantiene lo establecido para los ciclomotores y motocicletas eléctricas, y se añade la posibilidad de importar, como equipaje no acompañado de pasajero o envío, ciclomotores y motocicletas de combustión interna o híbridas, con o sin sidecar, nuevas y de uso (hasta 10 años), de hasta 250 cc, y triciclos eléctricos o híbridos, con capacidad superior a 2 plazas o de carga.
En todos los casos, será una por persona en un periodo de 5 años, pagando los aranceles en divisas.
Otra novedad es que se liberó la transmisión de la propiedad entre las personas naturales y jurídicas, exceptuando aquellas estatales o con participación estatal, en cuyo caso la transmisión es solo entre ellas.
En cuanto a los precios, el margen comercial de la comercializadora disminuye de 30 % a un valor que puede llegar máximo hasta un 20 %, y se cobra un impuesto especial diferenciado que va desde 0, en el caso de un vehículo eléctrico que sea ensamblado en Cuba, hasta 35 % si es de alta gama.
También se ajustó el impuesto sobre la cantidad, que es de 25 %, 50 %, 75 % y 100 % en el sexto vehículo, con un límite de hasta 6 que puede adquirir una misma persona; exceptuando los eléctricos que se adquieran con sus respectivas fuentes de carga con energías renovables, con cobertura para la carga total.
