Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Fotos: RL Hevia
¡La espera ha terminado! Así anunciaba la cadena española Iberostar Cuba Hotels & Resorts para informar, en su cuenta en la red social Facebook, la apertura del Iberostar Selection La Habana, la Torre K-23.
Esta nueva instalación hotelera, de cinco estrellas, “se encuentra en la céntrica calle 23, avenida cinematográfica por excelencia. ¡Bienvenidos a La Habana desde su máxima altura!”, refería Iberostar.
Con una inversión que supera los 200 millones de dólares, este rascacielos de 42 pisos y 154 metros de altura se erige frente a la icónica heladería Coppelia con un diseño que contrasta notablemente con la arquitectura tradicional de la ciudad, lo que ha generado opiniones divididas entre los habitantes y expertos.
Algunos críticos señalan que su estética moderna no armoniza con el entorno urbano de La Habana y que su construcción refleja una desconexión con las necesidades reales del país.
La apertura del Torre K-23 se produce en un contexto económico desafiante para Cuba. En 2024, la isla recibió apenas 2.2 millones de turistas, una caída significativa en comparación con los 4.6 millones de visitantes antes de la pandemia.
A pesar de esta disminución en el turismo, el gobierno ha destinado el 40% de sus inversiones al sector turístico, priorizando proyectos como este que, sin mucha promoción, vive una de las aperturas más silenciosas de la industria turística en Cuba.
Esta decisión ha sido objeto de críticas por parte de economistas y la población, quienes argumentan que dichos recursos podrían haberse invertido en sectores esenciales como la energía y la alimentación, especialmente en medio de la crisis económica actual por la que transita el país.
La puesta en marcha del Iberostar Selection La Habana pone de manifiesto las tensiones entre las aspiraciones de desarrollo turístico de Cuba y las urgentes necesidades económicas y sociales de su población, pues mientras el gobierno apuesta por el turismo de lujo como motor económico, crece el debate sobre la pertinencia y el impacto real de estas inversiones en el bienestar general del país.
! No se le debe faltar el respeto a la falta de respeto!!e
muy bonito el Hotel,. pero costó 200 millones construirlo? Seguramente 8 veces más. No hubiera sido más lógico haber construido 2 buenas Termoeléctricas para evitar el sufrimiento de todo un pueblo.
Cuando vengan los Turistas a La Habana, Qué van a observar.
jjjj Quien tengo muy poco deseo de analizar este escrito, o no poseer los elementos mínimos sobrevel tema que se aborda, hará de esta publicación un emporio de críticas desmesuradas. Es notorio que el único interés y mensaje subliminal aquí es la critica al gobierno revolucionario cubano, pero es evidente que se contradice quien hace esta publicación, pues habla de crisis económica, reconoce el impacto de la pandemia de la COVID 19 sobre el turismo en Cuba, yblo minimiza al solo mencionarlo de forma simple, peto no habla en ningún momento del BLIQURO de lis EEUU a Cuba, que se recrudecido desde entonces y hoy se incrementa para someter a la isla en una crisis ain mayor..
me parece que todo el mundo opina y no sale a reducir la verdad, cuando en el resto del mundo hacer un hotel es algo normal y no hay tanta habladurías Dejen vivir a los demás en paz y tranquilidad y dedicanse a mirar otras cosas que aquejan sus países