Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
En la última edición del reality español ‘La isla de las tentaciones’, la cubana Sthefany Pérez se ha ganado un lugar protagónico por su espontaneidad y autenticidad, convirtiéndose en una de las concursantes que más acapara la atención del público.
Sthefany, de 26 años y residente en Sevilla, llegó al popular programa con un propósito claro junto a su pareja Tadeo: confirmar si realmente puede confiar en él.
La pareja fue seleccionada en una segunda repesca, tras la retirada de los concursantes Ana y Fran. Provenientes del municipio sevillano de Utrera, la cubana se atrevió a embarcarse en esta experiencia luego de dos años de relación.
La pareja llegó al programa con la intención de someter a prueba su confianza. Su historia, sin embargo, no ha estado exenta de altibajos. Se conocieron en una discoteca y, en un principio, mantuvieron una relación a distancia que terminó evidenciando sus fisuras apenas a los tres meses, desembocando en la primera ruptura.
Durante ese tiempo, Tadeo prácticamente desapareció del mapa, solo para resurgir un mes después. Continuó saliendo de fiesta y conociendo a muchas mujeres, algo que no le pasó desapercibido a Sthefany, quien en declaraciones en el programa admitió que “alguna que otra vez he metido la pata hasta el fondo”.
Ante este escenario, Sthefany ha dicho que quiere poner a prueba los celos y confirmar un cambio en su pareja: “Quiero estar segura de que ha cambiado totalmente”. Por su parte, el propio novio ha admitido sus escapadas y dejado claro que no promete lealtad absoluta. Sobre su novia expresó: “Ella es bastante vengativa. Sangre cubana, es fuego”.
Más allá del drama amoroso, la imagen de Sthefany también ha encendido el debate en redes. Usuarios han notado un marcado cambio en su apariencia en los últimos años, lo que ha generado comparaciones con unas imágenes antiguas que la muestran irreconocible.
A pesar de las críticas, Sthefany se muestra segura de sí misma y de su imagen en el reality. Con una sólida trayectoria como modelo, ha desfilado por pasarelas, posado en sesiones fotográficas y representado a Utrera en diversos concursos de belleza desde que alcanzó la mayoría de edad. Además, su pasión por viajar añade una dimensión extra a su carismática personalidad.
En ‘La isla de las tentaciones’, la cubana no solo se enfrenta a los dilemas del amor, sino que reafirma, con cada paso, que su fuerza y autenticidad son tan innegables como su sangre cubana.
