Foto: Secretary Kristi Noem | X
Texto: Fede Gayardo
El gobierno de EE.UU. reveló las primeras imágenes de migrantes deportados a la Base Naval de Guantánamo. Las fotografías, difundidas por la secretaria de Seguridad Nacional de esa nación, Kristi Noem, muestran a varios individuos con uniformes grises y esposas en las manos, custodiados por agentes de seguridad.
Entre las instantáneas destaca la de un hombre con tatuajes en el cuello, sujetado por un oficial militar, mientras que otra captura a un migrante caminando junto a un agente con uniforme camuflado y el rostro cubierto. El escenario parece ser una pista de aterrizaje, con autobuses y vehículos oficiales en el fondo.
Desde su cuenta en la red social X, Noem enfatizó: “El presidente Trump ha sido muy claro: la bahía de Guantánamo albergará a los peores de los peores. Eso empieza hoy”. Esta declaración se produce apenas una semana después del anuncio de la construcción de un nuevo centro de detención en la base naval, con capacidad para 30 000 migrantes.
El primer vuelo militar transportando a inmigrantes deportados despegó este martes, oficializando el inicio de esta polémica medida. La base, conocida históricamente por “detener a sospechosos de terrorismo”, asumirá ahora el rol de centro de retención migratoria.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, defendió la decisión afirmando: “Ya no permitiremos que EE.UU. sea un vertedero de criminales ilegales de naciones de todo el mundo”, según declaró a Fox News.
Por su parte, el presidente Trump ha justificado la medida alegando que la base tiene capacidad para albergar a los detenidos. Mientras, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien sirvió en Guantánamo durante su carrera militar, respaldó la iniciativa calificando el lugar como “perfecto” para esta función.
Mientras tanto, Tom Homan, exdirector en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aseguró que ICE será el encargado de gestionar las instalaciones en Guantánamo.
Desde La Habana, la reacción no se hizo esperar. El gobierno cubano expresó su firme rechazo a esta medida, acusando a Washington de actuar con “brutalidad” en un intento de abordar problemas derivados de su propia política interna y exterior.
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba enfatizó que el territorio donde se planea retener a los migrantes no pertenece a EE.UU., sino que es una zona ocupada de manera ilegal contra la voluntad del pueblo cubano.
La cancillería cubana recordó que esta base militar ha sido señalada internacionalmente por sus prácticas de detención indefinida y tortura, albergando prisioneros sin proceso judicial por décadas.
Asimismo alertaron que su uso como centro de detención masivo podría generar un ambiente de inseguridad y tensión en la región, con riesgos de incidentes que podrían derivar en serias consecuencias diplomáticas.
La medida ha despertado un intenso debate tanto dentro como fuera de EE.UU., mientras el gobierno de Trump avanza con su política migratoria endurecida en medio de una creciente controversia internacional.