Foto: Anjo Kan | Shutterstock
Texto: Fede Gayardo
La cubana identificada como Yaquelín Domínguez Nieves, de 26 años, admitió su culpabilidad en un caso de conspiración para el tráfico de migrantes hacia EE.UU. tras enfrentar diez cargos federales relacionados con un trágico incidente que resultó en la muerte de 16 balseros cubanos, entre ellos varios menores de edad.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Justicia de los EE.UU. (DOJ, por sus siglas en inglés), Domínguez fue acusada en 2024 por delitos vinculados al tráfico humano, incluyendo la facilitación de entradas ilegales con resultado de muerte. Por estos crímenes, podría enfrentar una condena de cadena perpetua.
Los fiscales afirmaron que la acusada cobró hasta 11,500 dólares a familiares de migrantes en el sur de Florida, garantizándoles que sus seres queridos serían llevados a territorio estadounidense en noviembre de 2022.
Según los registros judiciales citados por la agencia de noticias AP, los migrantes zarparon en una embarcación pesquera llamada ‘El Alba’ desde Playa Jaimanitas, en La Habana. En el bote viajaban 18 personas, junto con un colaborador de Domínguez Nieves.
El barco, que no contaba con suficientes chalecos salvavidas para todos a bordo, se volcó debido al fuerte oleaje cuando se encontraba a unas 30 millas de su destino. Según los dos únicos sobrevivientes, el capitán carecía de experiencia en navegación.
Entre las víctimas se encontraban niños de entre 9 meses y 7 años, además de dos adolescentes de 16 años. Solo se recuperaron cuatro cuerpos, y las autoridades determinaron que la causa oficial de muerte fue el ahogamiento.
Arturo Verdecia, padre de uno de los fallecidos, compartió su experiencia con la televisora Telemundo 51, describiendo cómo fue engañado por Domínguez Nieves, a quien pagó 6,000 dólares para el viaje de su hijo.
“Hoy me confirmaron que arrestaron a la primera persona involucrada en la muerte de mi hijo”, comentó Verdecia y recordó que su hijo, también llamado Arturo, llevaba un chaleco salvavidas, pero perdió la vida intentando rescatar a los niños.
La embarcación tenía capacidad para solo seis personas, pero fue sobrecargada con 19 ocupantes. Alexander Piloto, uno de los sobrevivientes, fue rescatado por otra embarcación, que también naufragó, dejando más víctimas. Finalmente, Piloto fue deportado a Cuba.
Los equipos de la Guardia Costera de EE.UU. realizaron intensas labores de búsqueda para encontrar sobrevivientes y lograron recuperar cuatro cuerpos, pero el resto de los migrantes fueron declarados desaparecidos en el mar tras varios días de operaciones de rescate.