Foto: RL Hevia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En diciembre de 2020, una protesta de los trabajadores del puerto de La Habana exigía mejoras en las condiciones laborales y salariales, esta última tras la fallida Tarea Ordenamiento que los ubicaba en una de las escalas más bajas dentro de los pagos.
Asimismo, en Cienfuegos, un estibador era expulsado en 2021 tras denunciar una huelga silenciosa en el puerto de esa provincia por las mismas causas y en 2022 reseñaban déficit de ropa y medios de protección y mala alimentación siendo el puerto de Santiago de Cuba, en ese entonces, el de mayores pérdidas en las operaciones causadas por deficiencias en la organización y limitaciones objetivas.
Un reporte esta semana en el estatal Cubadebate refiere quejas de los estibadores, entre ellas, salarios menguados, altibajos con la alimentación, carencia de medios de protección, añoranza por el incentivo en moneda libremente convertible (MLC) e insuficiencias con el transporte obrero.
Estos problemas, destacaron, son comunes en los 13 puertos del país, aunque algunos no tienen ningún tipo de actividad productiva.
A pesar de incrementar las utilidades hasta en más de un 280%, “los operadores de carga y descarga solo han obtenido unos 300 pesos —otros menos—. El asunto tocó fondo en el primer trimestre del 2023, cuando no recibieron nada; mientras en el cuarto trimestre el monto ni siquiera rozó el salario medio de los estibadores”.
Acotan que en 2024 han estado limitado los arribos de los barcos y, con ello, las afectaciones al salario pues la ganancia es proporcional a las descargas.
A ello se suma que las tarifas que cobran las entidades prestatarias de servicios al puerto no están reguladas, y suben constantemente, por problemas comunes en el país como el combustible, transporte y alimentación.
Entretanto, el estado de los baños es crítico y las taquillas carecen de seguridad por lo que son frecuentes los robos de las pertenencias personales; mientras que hay trabajadores que no tienen derecho al comedor ni a las rutas de transportación.
Por otra parte, la falta de operaciones en los puertos ha obligado a buscar alternativas como el alquiler a otros organismos y hasta a privados para poder ingresar ganancias y no declarar interruptos a los estibadores.
De las soluciones encontradas está realizar los prontos despacho para asegurar el pago a los trabajadores y evitar la estadía del barco en las puertos que genera pérdidas al Gobierno, según el medio no estatal 14 y Medio.
Lo cierto es que, en cuanto a salario, la depresión en las actividades portuarias por la poca entrada de barcos al país mantendrá los bajos pagos. Cuatro años después de las primeras protestas, las condiciones siguen iguales o hasta peores.