Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
Se acaba el 2024, y del año del cual se prometió grandes cosas, va quedando sólo en el escenario el resultado de lo mal hecho y de las medidas que como por arte de magia han logrado empeorar la crisis que vive el país. Pero justo antes de que baje el telón final del 2024, queda tiempo para un acto más, esta vez enfocado en uno de los principales problemas del país: la penetración del dólar causada por las mismas medidas anunciadas hace unos cuatro años.
Van a desdolarizar la economía, pero dolarizándola.
Y si a usted, querido lector, le suena a paradoja, imagínese a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) que después de la intervención del primer ministro incluso aplaudieron.
Al referirse al tema de la dolarización parcial de la economía, el primer ministro Marrero Cruz explicó que funcionará “bajo esquemas de dolarización parcial”, fundamentalmente en los sectores exportadores, y que se incorporarán otros.
Estos “otros”, son las ventas mayoristas y minoristas en divisas previamente aprobadas; pago de aranceles en divisas y servicios asociados a las operaciones de comercio exterior a las formas de gestión no estatal, explicó.
Se dolarizarán también más elementos del turismo, de las casas del habano e incluso de la salud. En estos, aclaró el funcionario que se trata de la aceptación de efectivo den divisas, incluyendo en las ópticas y clínicas internacionales, los aeropuertos y otros centros que se autoricen.
Lo interesante es que ahora también se pretende pagar en dólares, o al menos eso deja entrever Marrero al mencionar el “pago a productores en divisas de bienes exportables y a productores agropecuarios que sustituyen importaciones”.
Reconoció Marrero que en la economía hay “una dolarización sobre la cual no se ha tenido control”. Lo novedoso, es que ahora sea el Gobierno quien en vez de poner freno a esta desviación o al menos intentar acercarse a los sectores donde ha emergido, está proponiendo la dolarización masiva de los sectores que más impacto tienen en la vida económica cubana: el turismo, el servicio de salud internacional y el comercio exterior.
Pero “se ratifica la política del Gobierno de avanzar en la desdolarización de la economía”, explica Marrero.
¿Es este nuevo acto tan sólo un número más, o el inicio de una transformación real? Los analistas todavía no han escrito mucho al respecto, ni tampoco los economistas; lo que sí queda claro es que en todo caso sería el inicio de una transformación en algo totalmente diferente a lo que la revolución ha enarbolado hasta este momento.