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Texto: Hugo León
La respuesta a la gran pregunta planteada hace un año sobre si Rusia quería bloquear el acceso de su pueblo a las redes sociales va tomando forma: WhatsApp, la principal aplicación de mensajería del mundo, sería bloqueada en el gigante euroasiático.
No se trata de titulares pro-occidentales alarmistas para atacar las faltas de libertades bajo el poder de Putin, sino una confirmación directa de la Duma Estatal Rusa de que la probabilidad de una prohibición es muy alta.
¿Por qué Rusia bloquearía WhatsApp?
En los últimos meses, Rusia ha puesto grandes esfuerzos en restringir el uso y acceso de plataformas occidentales para controlar la información y limitar así las críticas hacia el gobierno y hacia la guerra en Ucrania.
WhatsApp, por ejemplo, ha sido objeto de restricciones, ante las cuales las autoridades argumentan que la aplicación es utilizada por grupos extremistas para coordinar actividades, justificando así la limitación de su uso.
No pocos países y organizaciones no gubernamentales han denunciado desde mediados de este año que acciones de este tipo buscan silenciar las críticas por la invasión a Ucrania y limitar la capacidad de los activistas opositores para comunicarse y organizarse.
Desde agosto se temía que se estuviera preparando el “cómo”, pues el miércoles día 21 de ese mes muchos usuarios rusos informaron de que ya no podían acceder a varias redes sociales, servicios de mensajería y plataformas, entre ellas: Telegram, WhatsApp y Skype.
Las autoridades rusas aseguraron que el país había sufrido un ataque cibernético y que un par de horas después todo estaba resuelto, mientras que otros expertos indicaron que el método utilizado es similar al observado desde principios de año en las regiones rusas donde más protestas han habido contra la guerra en Ucrania.
Ahora, hace una semana, el Kremlin probó con éxito un bloqueo total del internet global y también logró anular las VPN en varias partes del país.
¿Seguridad informática y protección de datos?
Internet está dejando de ser, al parecer, un lugar libre, en dependencia de cuán libre sea realmente el país en cuestión. En el caso ruso, por ejemplo, más de 143 millones de personas tendrían baneada la aplicación a no ser que WhatsApp no coopere para “desenmascarar” a quienes “promueven el terrorismo”, pidió el diputado Oleg Matveychev de la Duma Estatal.
Por “desenmascarar”, entiéndase otorgar a las autoridades y la policía rusa el acceso a la identidad, los datos y las conversaciones privadas de millones de habitantes.
Si WhatsApp no accede, será el fin de la aplicación en Rusia.
