Texto: Hugo León
A cuatro años de los acontecimientos del 27N, cuando una sentada de artistas se convirtió en una protesta masiva pacífica frente al Ministerio de Cultura de Cuba, el actor Luis Alberto García ha dedicado un emotivo mensaje en recordación del hecho y de cuanto significó para él y para Cuba.
Para él, el plantón frente al Ministerio de Cultura (Mincult) fue “un acto de fe” que se hizo por cubanos “apostando por el país que deberíamos tener”. Sin embargo, lamentó seguidamente, terminó “siendo truncado y estigmatizado de muy mala fe por invidentes morales e ideológicos para daño eterno de nuestra nación”.
“Tuvieron en sus manos la oportunidad de hacer Patria pero pasaron de largo”, reflexionó.
Asimismo, lamentó no haber estado en Cuba durante esas fechas, “Me perdí sentarme en aquellas aceras cantando el Himno Nacional y las canciones de mis Ayatollahs “dando el berro” en el que creo”, dijo.
Luis Alberto García escogió un fragmento de la película “La vida es silbar” de Fernando Pérez, para celebrar ese acto de fe del que habló.
27N, la protesta
El 27 de noviembre de 2020 comenzaron a llegar artistas, periodistas, creadores y cubanos en general hasta la sede del Mincult, para desde ahí expresar su rechazo rotundo al Decreto Ley 349 y su apoyo a los jóvenes que se habían acuartelado en manifestación en San Isidro.
El Decreto Ley 349 limita la libertad de creación y expresión en Cuba, y sanciona duramente a quienes se atrevan a cruzar los límites impuestos por la política cultural del gobierno. Prohíbe la difusión de contenidos considerados contrarios a los valores éticos y culturales del Estado y regula los temas que se consideran “ofensivos” con las autoridades y los símbolos patrios.
Por todo lo anterior, el Decreto Ley 349 sigue siendo un tema polémico en Cuba. Muchos artistas y cubanos en general coinciden en que este texto simboliza el interés del gobierno de tener control total sobre la cultura y todos los aspectos de la vida en la isla.
Cuando inició la protesta frente al Mincult había apenas una docena de personas, pero con el paso de las horas llegaron a ser varios cientos, y las autoridades aprobaron que 30 de ellos tuvieran una audiencia con altos funcionarios del Mincult. En el encuentro se leyeron varias demandas del grupo que protestaba. El texto incluía un pedido de libertad para Luis Manuel Otero Alcántara y de revisión del proceso judicial contra Denis Solís.
También abogaba por la libertad de expresión, de libre creación y de disenso; por el cese de la difamación por los medios estatales de los artistas independientes y el respeto hacia los artistas que no están alineados con la política cultural gubernamental.
La charla se extendió durante varias horas y aunque no hubo promesas firmadas por las autoridades, sí se habló de “entendimiento”, pero nada cambió en realidad.
También quedaron para la historia las imágenes de un manotazo del propio ministro de cultura a un joven cubano que no lo había provocado, y de cientos de efectivos policiales acordonando la zona.
Curiosamente, cada 27 de noviembre Cuba recuerda el asesinato de jóvenes estudiantes de medicina por el régimen español en 1871. Se trata precisamente de uno de los episodios más recordados en la historia de Cuba, marcado por la injusticia y la represión contra jóvenes inocentes.