Texto: Redacción Cuba Noticias 360
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Dos programas migratorios por los que han llegado miles de cubanos a Estados Unidos están en juego tras la reciente elección de Donald Trump como presidente. Hablamos del parole humanitario y el CBP One.
Como ya ha anunciado el magnate republicano, mantendrá su política anti-inmigrante, y se podría vivir la mayor deportación en toda la historia de los Estados Unidos. Ante este contexto, miles de cubanos a la espera de su cita en México, o del parole en la Isla, temen por que su deseo de migrar a este país quede frustrado.
A ciencia cierta, solo queda esperar a que Trump se siente en la Casa Blanca, porque no sorprendería que un día se levante de buenas y se retracte de todo lo que ha dicho y decida apoyar estos programas. Pero eso son solo suposiciones, lo que sabemos hoy es que estas vías legales de llegar a Estados Unidos navegan en cuerda floja.
Mientras tanto, algunos expertos en temas migratorios han dado declaraciones a periodistas y medios independientes, como es el caso del abogado Jesús Novo de Gallardo Law Firm, quien en una entrevista al periodista Mario J. Pentón, enfatizó la importancia de mantener la calma y actuar solo dentro del marco legal.
Dejó claro que cruzar la frontera de manera ilegal, ante posibles cambios en las políticas migratorias, es un error gravísimo, pues los inmigrantes que crucen de esta manera no solo están expuestos a ser deportados, sino que tampoco podrán acogerse a ninguna forma legal de permanencia, ni volver a intentar entrar a Estados Unidos hasta pasados al menos cinco años.
Esta fuente insistió a los migrantes a confiar en el proceso y esperar su cita programada a través de CBP One, porque es posible que las citas se otorguen antes de enero y de no ser convocado, solo queda esperar por las decisiones que toma la nueva administración.
¿Y el parole humanitario?
Por su parte, el abogado de inmigración Wilfredo Allen, dialogó con el periodista Daniel Benítez sobre este panorama de incertidumbre migratoria que podría enfrentar la comunidad cubana. Y no fue nada positivo.
Insistió en que el acceso al parole humanitario podría complicarse aún más en los próximos meses. “Las entradas para este mes y diciembre ya son difíciles, pero después de enero serán más miserables”, expuso.
A pesar de que las cifras de octubre no se han revelado, si se conoció que, en septiembre se aprobaron poco más de mil solicitudes. Esta caída significativa en los números es una señal de que “el parole humanitario se murió para los cubanos, así como para los venezolanos, nicaragüenses y haitianos”, dijo ante la próxima llegada de Trump al poder.
Con otro mensaje poco alentador, explicó: “Sospecho que van a entrar miles, pero miles, 1.000, 2.000, 3.000 antes de enero. Después de enero no va a entrar más nadie. La idea que alguien me ha preguntado: ‘bueno, ya yo apliqué, hay una cola’. Les digo que esa cola no existe. El día que se acabe, perdieron, mis hermanos”.