Foto: RL Hevia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Desde hace semanas resulta imposible acceder en Cuba al efectivo ya sea en los cajeros automáticos o de forma directa en los bancos, al punto que solo de llegar la idea que prevalece es desistir, aunque algunos decidan mantenerse perennes para logar, a todo costo, su objetivo.
Entre los recurrentes cortes de electricidad por falta de generación, los huracanes por el occidente y oriente, el sismo, la desconexión del Sistema Electroenergético Nacional, hay una gran parte de la población en la Isla que no logra disponer de su “salario”.
Después de reiniciar las colas –porque realmente nunca dejaron de estar– el Banco Central de Cuba reconoció a la prensa estatal que “la demanda sobrepasa las capacidades instaladas desde el punto de vista de operaciones”.
Bajo esa línea justificaron que los bancos solo dispensarán en caja como “procedimiento de contingencia” 3 000 pesos a quienes acudan a cualquiera de las instalaciones que operan el país en moneda nacional: Metropolitano; Popular de Ahorro; y de Crédito y Comercio.
Destacaron que uno de los mayores problemas que acrecientan la crisis (y las colas) es la indisponibilidad de los cajeros automáticos que “demandan de una logística y aseguramiento ante las fallas que puedan presentar, por lo que se realiza un esfuerzo por parte de las instituciones financieras para restablecer el servicio”.
La prensa señaló que solo en el municipio de San Antonio de Sur, en Guantánamo, se presentaron problemas con el equipamiento informático tras el paso del huracán Oscar, que se sustituyó “en el menor tiempo posible”, por lo que no justifica los problemas existentes en las demás sucursales de la Isla.
También resaltaron “se ha mantenido funcionando la infraestructura de todos los canales electrónicos de pago, que continúan prestando servicio, a pesar de las afectaciones eléctricas y de comunicaciones”, aunque usuarios han reportados graves problemas en su uso, así como la no aceptación de esta vía.
Lo cierto es que de crisis vive el cubano y la odisea de cobrar se suma a esa larga lista. La victoria será para quienes madruguen marcando para un turno o quienes decidan esperar entrar al banco, la mayoría de ellos personas adultas que no cuentan con otras alternativas que esperar, sin garantía alguna de éxito.
